El BBVA ha subido este viernes un 5,98 % y el Sabadell ha bajado un 6,78 % en la primera sesión bursátil tras el fracaso de la opa que la entidad vasca había lanzado sobre el banco catalán.

La subida del BBVA ha sido la más acusada del IBEX 35, mientras que el Sabadell se ha anotado el mayor descenso del selectivo.

Las acciones del BBVA, que han llegado a repuntar un 10,6 %, han cerrado la sesión en 16,655 euros.

Los títulos del Sabadell, que han retrocedido hasta un 9,6 % en algunos momentos, han terminado en 3,01 euros.

Tras el fracaso de la operación, BBVA anunció que retoma "de manera acelerada" su plan de retribución al accionista y su estrategia en solitario. A corto plazo, el BBVA contará con aproximadamente 13.000 millones de euros disponibles para distribuir entre sus accionistas.

El próximo 31 de octubre el banco iniciará la recompra de acciones pendiente de cerca de 1.000 millones de euros y el 7 de noviembre pagará el mayor dividendo a cuenta de su historia (0,32 euros por acción), por un total de aproximadamente 1.800 millones de euros. Adicionalmente, en cuanto reciba la aprobación del Banco Central Europeo (BCE), el banco pondrá en marcha otra recompra de acciones "significativa".

Apertura

En los primeros compases, las acciones de BBVA se disparaban un 7% hasta intercambiarse a 16,82 euros, mientras que las de Banco Sabadell caían algo más de un 6,4%, hasta los 3,020 euros por título, tras el fracaso de la oferta pública de adquisición (OPA) impulsada por la entidad presidida por Carlos Torres sobre la firma catalana, operación que únicamente ha obtenido la aceptación del 25,47% de las acciones con derecho a voto.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicó este jueves, con la Bolsa ya cerrada, el resultado negativo de la OPA, pues no se ha alcanzado el límite mínimo fijado por el BBVA para la validez de la oferta. Tras ello, las acciones de BBVA se dispararon en el mercado estadounidense, hasta cerrar la sesión con una subida del 6,68% (19,48 dólares por título).

BBVA no cotiza directamente en Wall Street, sino que lo hace a través de los ADR (American Depositary Receipt), certificados negociables estadounidenses que representan la propiedad de acciones de una sociedad constituida fuera del territorio norteamericano. La OPA se formulaba sobre todo el capital de Banco Sabadell, aunque su eficacia estaba condicionada a obtener al menos la mitad de las acciones con derecho a voto de la entidad catalana, es decir, excluyendo autocartera.

Después de 17 meses desde que se anunció la operación, BBVA no ha conseguido que OPA alcance el 50% de aceptación necesario para hacerse con el control de la compañía. Tampoco logró superar el 30%, un nivel clave que le habría permitido renunciar a ese mínimo del 50% y así poder lanzar una segunda OPA en efectivo sobre el resto del capital que aún no poseía.

Las sedes de BBVA y Sabadell. E.P.

En total, la oferta ha sido aceptada por 1,27 millones de acciones, lo que representa el 25,33% de los títulos a los que se dirigía la operación y del capital social de la entidad afectada, así como el 25,47% de los derechos de voto de Banco Sabadell, porcentaje calculado excluyendo la autocartera de la entidad catalana.

Según la notificación remitida al organismo supervisor, las aceptaciones presentadas a la OPA quedarán ineficaces de forma inmediata, asumiendo el oferente los gastos derivados del proceso de aceptación.Como consecuencia, los accionistas de Sabadell que participaron en la OPA conservarán la titularidad de sus acciones, sin que esta situación tenga ningún impacto sobre ellas.  

BBVA retoma su senda dividendos

Pocos minutos después de conocerse el resultado, BBVA ha emitido un comunicado en el que anuncia que retomará "de manera acelerada" su plan de distribución.En concreto, BBVA ha detallado que el próximo 31 de octubre iniciará la recompra de acciones pendiente, valorada en cerca de 1.000 millones de euros.

Además, el 7 de noviembre abonará el mayor dividendo a cuenta de su historia, de 0,32 euros por acción, lo que supondrá un desembolso total aproximado de 1.800 millones de euros.Asimismo, en cuanto reciba la autorización del Banco Central Europeo (BCE), el banco pondrá en marcha "una significativa recompra" de acciones adicional.

Durante la presentación de resultados del pasado mes de julio, la entidad ya había anunciado un plan estratégico hasta 2028 que prevé distribuir 36.000 millones de euros entre sus accionistas. Con todo, estima obtener unos beneficios netos de 48.000 millones de euros entre 2025 y 2028.  

Reacciones

El Gobierno español y algunos políticos han reaccionado al fracaso de la OPA, como es el caso del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que ha transmitido su "total respeto" a la decisión de los accionistas del Banco Sabadell y ha destacado la "impecable" actuación de todos los supervisores y autoridades involucradas en el proceso: Banco de España, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y CNMV.

Por otro lado, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha vuelto a defender que la oferta era "una mala operación" y ha celebrado que haya fracasado: "Que no siga adelante es una buena noticia para el país".

Además, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha considerado que el desenlace de la OPA de BBVA sobre el Banco Sabadell confirma la necesidad de tener un sistema bancario "adaptado a la realidad de Cataluña y de su tejido empresarial", mientras que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha expresado su satisfacción y ha sentenciado que "el intento de acabar con el sistema bancario" catalán ha fracasado.

Las patronales catalanas Pimec y Foment del Treball también han mostrado su satisfacción ante la OPA fallida. Según Pimec, la oferta "habría tenido consecuencias negativas para la competencia bancaria, especialmente para las pymes", mientras que Foment ha defendido la necesidad de Catalunya de contar con un polo financiero como es Banco Sabadell. Por su lado, CCOO y UGT han celebrado el fracaso de la OPA y lo han considerado una victoria para el empleo, la competencia y la estabilidad del sistema financiero.