Fabrica los ojos de pequeños satélites de observación terrestre y acaba de poner en marcha una nueva fase de crecimiento. Satlantis, con sede en el Campus Tecnológico de la UPV en Leioa, ha recibido el respaldo del Gobierno vasco y el español para desarrollar una cámara infrarroja de muy alta resolución, que implica una inversión de 7,9 millones de euros.

El Instituto Vasco de Finanzas (IVF) y Cofides participarán en la operación con sendos préstamos de 692.000 euros, que permitirán, según la compañía aeroespacial, poner en órbita "en menos de 18 meses la cámara de mayor resolución térmica en el mercado de satélites medianos".

Respaldo del Gobierno vasco

Según ha informado el Gobierno vasco, aborda este nuevo reto en colaboración con su filial británica, SuperSharp.

El consejero delegado de Satlantis, Juan Tomás Hernani, ha afirmado que, "12 años después de nacer en EE.UU. y 11 años después de trasladar su sede a Bizkaia", el grupo haya dado "un nuevo paso con SuperSharp en Reino Unido".

Más allá del respaldo público, la clave que permite acelerar a la empresa vizcaina en sus proyectos es la "rápida conexión de tecnologías en varios lugares del mundo". En este caso, esta alianza posibilita al grupo "desarrollar en tiempo récord una gama de cámaras infrarrojas disruptiva, tanto por su diseño como por sus prestaciones", ha indicado Hernani.

La batalla por el peso

En paralelo, Satlantis desarrolla en el Campus Tecnológico e Industrial de Leioa "otras versiones térmicas y criogénicas que comparten tecnología y ofrecen tamaños algo inferiores".

En ese ámbito se desarrolla una batalla en el sector aeroespacial: los nuevos materiales utilizados en la fabricación de las cámaras permiten aligerar el peso del dispositivo, pero en el caso de las lentes siempre existe el riesgo de perder definición. La compañía vizcaina se ha posicionado como uno de los campeones en ese complejo equilibrio.