El abogado y banquero bilbaíno Mario Fernández, vicelehendakari del Gobierno vasco en el primer gabinete surgido tras la dictadura y expresidente de Kutxabank, falleció hoy a la edad de 81 años, dejando tras de sí una de las trayectorias profesionales más relevantes dentro de la historia económica reciente de Euskadi.

Fernández, licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto en 1965, fue escogido por Carlos Garaikoetxea para liderar el Departamento de Trabajo en 1980, dentro del primer Gobierno vasco creado tras la restauración de la democracia. Desde este posición, Fernández trabajó en las primeras transferencias en materia laboral. De hecho, fue el primer presidente de la Comisión Mixta de Transferencias cuando esta se activó en 1980 en su calidad de vicelehendakari. En 1982, Garaikoetxea le nombró vicelehendakari para el Desarrollo Autonómico, un cargo desde el que siguió coordinando la asunción de más competencias propias por parte del Ejecutivo en un contexto en el que al gran trabajo que exigía la labor hay que unir el clima de inestabilidad política y social que marcó la primera mitad de la década de los 80.

En 1984, tras las elecciones de febrero de ese año, fue elegido parlamentario y continuó como vicelehendakari, cargo en el que cesó tras la escisión en el PNV que dio lugar a la creación de Eusko Alkartasuna. Fernández se mantuvo como parlamentario del PNV hasta finales de 1986, y posteriormente encabezó la lista de EA al Ayuntamiento de Bilbao en las elecciones municipales de 1987, retirándose de la política poco después. 

Mario Fernández, en una imagen de 2015. EFE

Es más conocida, sin embargo, su vertiente financiera, dado su amplísimo entendimiento de los procesos de fusión bancaria. Así, participó en la unión jurídica del Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, que dio paso al BBV en 1988. En el año 1997 fue nombrado director general de la entidad y miembro del comité de dirección del banco. Asimismo, se encargó de varias operaciones corporativas, como la fusión con Argentaria.

Tras abandonar la entidad financiera, en 2002 regresó al campo de la abogacía como socio del bufete de letrados Uría&Menéndez. Sin embargo, años después volvió a la primera línea para liderar la fusión de las cajas vascas. En 2009 fue nombrado presidente de BBK en sustitución del ejecutivo Xabier de Irala y tras la fusión de las tres cajas vascas –BBK, Kutxa y Vital– y la creación de Kutxabank en 2012, fue elegido presidente ejecutivo del banco hasta que dimitió en 2014 por desavenencias con la nueva línea estratégica a seguir.

Tras su salida de Kutxabank fue investigado por la Fiscalía Anticorrupción por un delito de apropiación indebida en relación a unas irregularidades cometidas durante su gestión para beneficiar económicamente al exdelegado del Gobierno español en Euskadi Mikel Cabieces. Ambos fueron condenados en el año 2017 a medio año de prisión por la Audiencia Provincial de Bizkaia, sentencia que se convirtió en firme después de que el Tribunal Supremo no admitiera el recurso de casación. Fernández, que tras la sentencia del Supremo tuvo que presentar su dimisión en 2018 como miembro del consejo de administración de Repsol, siempre sostuvo que la actuación que llevó a cabo fue “legal y ética y siempre en defensa de los intereses” del banco.