El contexto en este caso tiene mucho peso. Hay un puñado de profesiones masculinizadas en la consciencia colectiva, de forma muy simplista y errónea todo aquello que conlleva una actividad física intensa. De modo que es noticia y muy relevante que por primera vez en medio siglo una mujer acceda a un puesto fijo de estibadora en el Puerto de Bilbao. Ocupará esta mañana su puesto de trabajo, para el que se ha formado a través de contratos con una ETT,. Será una de las 20 primeras incorporaciones en la dársena tras la firma de la paz social, que contempla la contratación de otras 22 personas hasta 2027.

Se trata de todo un "hito histórico para el puerto, y tras lo que se espera sea un elemento que facilite y anime a que más mujeres decidan desarrollar su futuro laboral en este sector del puerto en los próximos años", ha subrayado este mañana desde la Coordinadora que representa a los empleados de la estiba del Puerto.

Además, pone de relieve que, como con tantas profesiones, lo que hoy parece una novedad, no era tan extraño en la década de los setenta, cuando dejaron de operar las últimas mujeres tras tener un gran protagonismo en la actividad portuaria, o a principios del siglo pasado, como ocurre con el caso de las sirgueras.