La vuelta de las vacaciones sirve a muchas personas para replantearse diferentes cuestiones vitales, también aquellas relativas al ámbito financiero. ¿Es el momento de ahorrar?, ¿Debería invertir?, ¿Debería recortar gastos?... son algunas de las dudas que nos planteamos de cara a mejorar la salud financiera de la familia. Y entre estas cuestiones suele aparecer una duda recurrente: ¿debería reducir la hipoteca?
Efectivamente, se considera la hipoteca como una losa que pesa psicológicamente y, en muchos casos, se tiende a invertir los ahorros para tratar de reducir los tiempos de amortización con el fin de quitárnosla de encima.
Esta tendencia se ha visto además impulsada por las subidas del Euribor vividas en los últimos meses, que produjeron un aumento del coste de la hipoteca que llevó la alarma a muchos hogares. Sin embargo, esa situación ya está cambiando y, como vimos en la última reunión del Banco Central Europeo, la tendencia actual es la inversa. La apuesta ahora es bajar el Euribor y, por tanto, todo apuntaría a un descenso paulatino en los tipos de interés, lo que llevaría a una reducción del coste de las hipotecas.
Esta situación vivida debe hacernos reflexionar acerca de la hipoteca y conocer realmente las características de un producto a largo plazo que supone el modo de financiación más barato que una familia puede conseguir actualmente. Incluso en el momento de los tipos de interés más altos, el precio de una hipoteca es mucho más barato que el de cualquier otro préstamo que se pueda conseguir en el mercado.
Precisamente por estas circunstancias, siempre se tiene que analizar muy bien la amortización, parcial o total, de una hipoteca. Debemos tener en cuenta que el dinero que estamos destinando a esa amortización lo estaríamos restando o de nuestro colchón de emergencia, lo que nos puede llevar a tener que pedir un préstamo con un interés mucho más alto si surge cualquier imprevisto en los próximos meses; o de nuestras inversiones, donde tal vez podríamos obtener un rendimiento superior a los intereses de la hipoteca.
Siempre es importante ese periodo de reflexión posvacacional que nos permite afrontar el nuevo curso con mayores garantías. Sin embargo, desde el punto de vista financiero, es recomendable hacerlo acompañado del asesoramiento profesional adecuado que nos permita tomar las mejores decisiones y aportar la estabilidad y tranquilidad financiera que todos necesitamos.