Cerca de 7.900 familias se acogieron en 2023 a las medidas de alivio hipotecario promovidas por el Gobierno español, que permitían alargar el plazo para hacer frente al préstamo o pedir una moratoria de hasta dos años, para suavizar el impacto de la subida del euríbor.

Esto supone el 12% de las solicitudes recibidas, que rondarían las 65.800, de las que un 43%, unas 28.300, habrían sido rechazadas, en la mayoría de los casos por no cumplir con las condiciones, y un 45%, unas 29.600, estarían aún pendientes de estudio, según se desprende de los datos publicados por el Banco de España.

Un año antes, en 2022, el número de familias que se habían acogido a las medidas de alivio antiguas fue de 1.350, con lo que en el acumulado de los dos años la cifra de beneficiarios rondaría los 9.250, muy lejos del objetivo del millón de familias que se fijó el Ejecutivo en noviembre de 2022.

El propio Banco de España, que desvela estos datos en su Informe de Estabilidad Financiera publicado ayer, explica que el volumen de operaciones sigue siendo contenido –a pesar del aumento “considerable” de 2022– gracias a que la situación económica y del empleo ha ido mejor de lo esperado.

De hecho, eso, unido a una mejora de las rentas, explicaría que el porcentaje de familias altamente endeudadas, aquellas que destinan más del 40% de su renta al pago de deudas, esté en el 11,2% en 2023, “únicamente” un aumento de 0,7 puntos porcentuales desde 2020.

Volviendo a las medidas de alivio hipotecario, las cerca de 7.900 operaciones concedidas en 2023 equivalían a un volumen de deuda pendiente de 907 millones de euros, el 0,2% del saldo vivo del crédito a hogares, mientras que las 1.350 aprobaciones de un año antes se limitaba a 135 millones.

En cuanto a la calidad crediticia de las operaciones acogidas a Códigos de Buenas Prácticas, empeoró y un 46,9 % correspondía a operaciones reestructuradas morosas, un 2,7 % directamente a morosas y un 26,3 % en vigilancia especial por el riesgo de entrar en impago.

La morosidad en los créditos ICO

Por otro lado, el Banco de España analiza en su informe la evolución de los créditos concedidos con aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) durante la pandemia y concluye que la morosidad subió al 13,7% a cierre de 2023, 6,6 puntos porcentuales.

Los créditos en vigilancia especial, esos que siguen al corriente de pago, pero hay dudas sobre si seguirán así en el futuro, se incrementó un 3,2% en 2023 para el conjunto del sector privado. Sin embargo, en los créditos a empresas con aval del ICO, el peso de aquellos calificados en vigilancia especial se situó en el 23%, 3,3 puntos porcentuales más que un año antes.

Conviene recordar que a finales de 2022, el Gobierno español y la banca acordaron reformar el Código de Buenas Prácticas hipotecario del año 2012 para deudores vulnerables y crear un código para familias en riesgo de vulnerabilidad –este último con una vigencia hasta finales de 2024– ante la rápida subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la previsión de un empeoramiento de la economía.

En corto

Tipos

Hipoteca. El Banco de España no prevé que los tipos de interés aplicados a los créditos hipotecarios vuelvan a los niveles de 2021, previos al ciclo de endurecimiento monetario, según señala en su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera de 2024. En el mismo, indica que la transmisión de la subida que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a aplicar en julio de 2022, y ha llevado a situar los tipos oficiales en el 4,5%, ya se habría “prácticamente completado”, lo que supone que ya todos los hogares habrían visto revalorizada su hipoteca.