Con una acreditada experiencia de más de 20 años al servicio de la industria, Tresca Ingeniería es una de las voces más autorizadas de cuantas existen en el sector. Su labor de consultoría e ingeniería en torno a ámbitos productivos y económicos tan exigentes como el de la maquinaria y equipos industriales, automoción, metalurgia, siderurgia, industria química y farmacéutica y la energía, le ha permitido situarse en una posición de relevancia que posibilita su liderazgo en el desarrollo de tecnologías de hidrógeno verde, la biomasa o los combustibles sintéticos. 

Tresca, con sedes en León, Asturias y Madrid, es responsable de más de 100 proyectos de instalaciones que producirán hidrógeno verde y derivados y que serán utilizados por la industria para distintas aplicaciones. Desde la compañía se explica que parte de su labor también consiste en la definición, junto a las más importantes compañías petroleras del país, de cómo serán las estaciones de servicio del futuro; uno de los retos más notables de nuestra sociedad ante el cambio que se prevé en el paradigma de la movilidad. En este sentido, Tresca considera que los biocombustibles, el hidrógeno y la electricidad verde serán opciones viables y que convivirán en un escenario futuro.

Una de sus líneas de actuación más disruptivas se vincula con la aportación que el amoniaco supone como vector energético para facilitar el transporte y almacenamiento de hidrógeno. El hidrógeno del agua y el nitrógeno del aire tienen la posibilidad de combinarse para transportar energía de manera más sencilla y eficiente cuando se unen en amoniaco que otros posibles vectores energéticos, aseguran desde Tresca. 

Según datos recientes ofrecidos por Irena (Agencia Internacional de las Energías Renovables), se prevé que en 2050 el 55% del hidrógeno se comercializará a través de hidrogenoductos y el 45% se hará a través de amoniaco y otras moléculas que faciliten su manejo, lo que implica una verdadera revolución a la que Tresca Ingeniería ha sabido anticiparse y crear las condiciones posibles para que sus clientes sean los primeros en aplicar estos avances. 

Más del 30% del presupuesto va a investigación y auditoría tecnológica Tresca Ingeniería

Valorización del CO2

Este concepto implica la captura y conversión del dióxido de carbono en productos de valor, en lugar de simplemente liberarlo a la atmósfera. El objetivo es reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Actualmente, Tresca está desarrollando proyectos que permitirán esta captura para convertir ese CO2 en productos tales como biocombustibles, biomateriales, plásticos y materiales de construcción

Biocombustibles

Conscientes de la importancia del conocimiento y los desarrollos futuros, el equipo de Tresca es capaz de diseñar y estructurar las nuevas terminales de derivados del hidrógeno que permitirán la exportación de energía en forma de moléculas verdes como son el metanol o el amoniaco, tal y como se ha mencionado anteriormente. La compañía, además, participa activamente para definir estas unidades productivas en los principales Valles del Hidrógeno del Estado. 

El metanol verde es un tipo de biocombustible que se obtiene a partir de energías renovables que producirán hidrogeno verde y fuentes de CO2 biogénico como puede ser la biomasa. El metanol verde y el amoniaco renovable se están erigiendo como combustibles alternativos clave en la transición hacia la descarbonización no solo del transporte marítimo, sino también del sector petroquímico. Ambos compuestos facilitan la reducción significativa de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Uno de los desafíos de Tresca es contribuir a la integración de nuevos combustibles bajos en carbono y liderar la integración de los mismos en la industria y en otros sectores.

Descarbonización

La reconversión del ecosistema industrial en España es otro de los campos actuales de trabajo de la compañía. Gracias a su experiencia, desarrolla junto a sus clientes nuevos estándares de producción que facilitan, a cada línea de fabricación, la adopción de decisiones realistas, adaptadas a sus necesidades, viables económicamente en cuanto a mantenimiento de márgenes y reducción de su impacto. 

El trabajo de Tresca Ingeniería contribuye a mejorar la eficiencia energética de las instalaciones. Se consigue analizando el impacto del CO2 y registrando su Huella de Carbono como paso a previo iniciar un plan de descarbonización que permita situar el nivel de emisiones donde no se comprometa la rentabilidad de la instalación.

En el contexto actual de relocalización y desarrollo de nuevas plantas industriales, Tresca afronta el desarrollo y diseño de estas instalaciones que conformarán el tejido el productivo de las próximas décadas. La fábrica del futuro será una fábrica que contará con elevados estándares de seguridad, habitabilidad y respeto por el medio ambiente lo que permitirá procesos con alto grado de circularidad económica.

Tresca destina más del 30% de su presupuesto a la investigación y la auditoría tecnológica de procesos que serán la base de la industria del futuro, buscando un compromiso con la eficiencia y la rentabilidad de cada sector en el que desarrollamos nuestra actividad.