Dos empresas estratégicas vascas, Siemens Gamesa y Petronor, están bajo el foco. La primera encara un momento crítico, con problemas internos y externos traducidos en pérdidas que lastran al conjunto del grupo. La segunda sufre las consecuencias de la inseguridad regulatoria, uno de los principales enemigos de la inversión.
¿Teme el Gobierno vasco que Siemens Gamesa anuncie la próxima semana una decisión drástica en relación a su plantilla?
La situación que atraviesa Siemens Gamesa es muy difícil. Las pérdidas son importantes y, desde luego, eso no nos genera seguridad, todo lo contrario. También genera inseguridad en trabajadoras y trabajadores. Sin embargo, quiero pensar que la compañía va a ser capaz de solucionar los problemas, que llevan ya varios años sobre la mesa. Quiero pensar que va a ser capaz de dar la vuelta a la situación y de hacer de Siemens Gamesa una empresa competitiva de cara a futuro. Eso pasa por muchas actuaciones, pero las primeras tienen que ser desde la propia empresa, tomar decisiones y atajar los problemas internos que tienen.
Se habla de fallos en su aerogenerador terrestre estrella.
No soy quién para meterme en los problemas de la compañía de lleno y saber si es una cosa, la otra, las dos o una tercera. Tengo una relación fluida con la nueva dirección, y, desde luego, están más que dispuestos a atajar esos problemas y dar una solución. Probablemente será una combinación de varias actuaciones.
El mercado tampoco ayuda.
Hay otros problemas externos. Los permisos de puesta en marcha de parques son lentos, las subastas no se producen a precios adecuados, los competidores de China, de Asia, donde se produce con muchísimas emisiones de CO2, hacen una competencia desleal a las empresas que producen en Europa… Todo esto está ocurriendo, es verdad y hay que atajar esos problemas, pero lo primero es atajar los problemas internos y quiero confiar en que eso va a ser posible.
“El CEO de Repsol me comunicó lo que iba a decir. Hablaba más de seguridad jurídica que de impuestos”
En relación a otra empresa estratégica vasca, Petronor, que ha dejado en el aire sus inversiones, ¿tiene más información?
No tengo mucha más información. El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, me comunicó personalmente lo que iba a decir. Él no hablaba únicamente del impuesto a las energéticas. Hablaba más bien de una seguridad jurídica en la regulación, de nuevos modelos energéticos de cara al futuro para poder invertir. No voy a entrar en la parte de los impuestos, porque creo que, efectivamente, ha habido unos beneficios que se denominan caídos del cielo, como dice la propia Unión Europea, y tiene que haber un impuesto especial para esas ganancias especiales. Pero sí necesitamos también una regulación suficiente para, a largo plazo poder llevar a cabo diferentes inversiones.
“El sector energético necesita una regulación estable para invertir en la descarbonización”
De momento entra en un impasse el electrolizador del Puerto.
Tenemos que poner en marcha grandes inversiones en hidrógeno, apoyar esa fuente de energía y agilizar los procesos como se hizo en un principio con la eólica o la fotovoltaica, pero es que no se trata solo del electrolizador. Además, hay que invertir en redes inteligentes, en capacidad de almacenamiento... Vamos a tener muchos vehículos eléctricos conectados al mismo tiempo, vamos a tener más autoconsumo. Necesitamos que la regulación sea estable a largo plazo para que cualquier empresa, el sector energético en general, pueda realizar las inversiones necesarias que nos permiten descarbonizar nuestra economía.