Pensionistas vascos reclamaron ayer lunes, en sus protestas por el Día Mundial de las Personas Mayores, que sus derechos “no caducan con la edad” y que todos tienen derecho a vivir “con dignidad”, a unas pensiones “suficientes”, y a una sanidad y un sistema de cuidados “públicos y universales que cubran todas sus necesidades de atención”. Las movilizaciones, convocadas por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MPEH) tuvieron lugar un día después de la celebración del Día de los Mayores, en actos celebrados en Gasteiz (Plaza Nueva); Donostia (Alderdi Eder), Bilbao (marcha desde el Ayuntamiento) e Iruñea, también ante el Consistorio.

Antes del inicio de la manifestación de Bilbao, que fue organizada junto a la Asociación de familiares y usuarios de las residencias de Bizkaia, Babestu, la representante del MPEH, Andrea Uña, pidió a los políticos vascos que se dejen de “declaraciones autocomplacientes para ocultar los problemas y de decir que están escuchando a los mayores, cuando todos sus derechos aún no están garantizados”. En este sentido, recordó que llevan casi seis años en la calle y en este tiempo han logrado revertir algunos recortes gracias a haberse consolidado como “un movimiento social reconocido”.

Tras recordar Uña que, en la actualidad, en la CAV y Navarra hay “más de 200.000 pensionistas que viven con pensiones inferiores a 1.080 euros que no pueden hacer frente a sus necesidades básicas”, la representante del MPEH advirtió de que, “no vamos a parar hasta lograr nuestros objetivos”. Al término de la manifestación, leyeron un comunicado en el que exigen que se complemente “la pensión mínima hasta los 1.080 euros, la eliminación de la brecha de género, derogar los coeficientes reductores de la jubilación anticipada, el desarrollo de un sistema público de atención a la dependencia, cercano y de calidad y, en el caso de Euskadi, modificar el borrador de decreto de las residencias mediante el diálogo y la participación de los agentes sociales”.