Otra señal de alerta que se enciende en el panel de la economía vasca. Los pedidos de las fábricas alemanas descendieron en julio un 11,7% respecto al mes de junio, lo que supone la mayor caída desde abril de 2020, es decir desde el inicio de la pandemia. Las operaciones con proveedores de la UE descendieron todavía más, un 24,4%. Alemania es el primer destino de las exportaciones de las empresas vascas y, de momento, no hay síntomas de debilidad, pero el pésimo dato de entrada de contratos de julio puede cambiar el escenario, algo que ya ocurrido en otros mercados importantes.

El último dato de exportaciones conocido es el de junio y las ventas exteriores registraron ese mes un descenso interanual del 10%. Entonces, las operaciones con el país germano crecieron un 11% en contraste con la caída por encima de los dos dígitos del resto de los grandes socios de Euskadi –Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos–.

En el acumulado del año las exportaciones han crecido un 3,5%, pero a partir de abril se han registrado pérdidas mes a mes. En todo caso son descensos en comparación con un año en el que Euskadi batió su récord y superó por primera vez los 32.500 millones de euros de ventas exteriores. Cabe destacar que el récord anterior databa de 2018 y que la cifra era de unos 25.900 millones. Y no hay que olvidar que la actividad económica está marcada por la alta inflación, la incertidumbre y la ralentización consiguiente, un contexto en el que el comercio exterior se resiente.

No hay, por tanto, motivos para la alarma entre las empresas, pero sí para estar vigilantes ante la evolución de ese mercado tan importante. Según informó ayer la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis), el importante descenso mensual de julio contrasta con el fuerte avance del 7,6% que experimentaron los pedidos en el mes de junio y, según el organismo estadístico germano, se debe en parte que en junio se registró un pedido muy importante en la fabricación de aviones e industria aeroespacial.

Así, explicó Destatis, debido al gran pedido del mes anterior, los nuevos pedidos de la rúbrica de fabricación de otros equipos de transporte –donde se incluye la fabricación de aviones– cayeron en julio un 54,5% con respecto al mes anterior después de haber aumentado un 72,4% en junio. Además, en términos interanuales, los nuevos pedidos de la industria alemana experimentaron un retroceso del 10,5% en julio, frente al incremento interanual del 3,3% del mes de junio.

Caída del 24% de los pedidos a la UE

Y lo más importante para la industria vasca, los pedidos exteriores cayeron un 12,9%, tras bajar los nuevos pedidos con la zona euro un 24,4%, los del resto del mundo un 4,1%, mientras que los pedidos a otras compañías alemanas bajaron un 9,7%.

En general, los nuevos pedidos de la industria manufacturera alemana disminuyeron en la mayor parte de los grandes sectores económicos en julio. Junto a la disminución en la fabricación de otros equipos de transporte, los nuevos pedidos también disminuyeron en la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos (-23,6%), maquinaria (-8,7%), material eléctrico (-16,7%) y productos metálicos (-14,2%), lo que contribuyó al resultado global negativo.

Por el contrario, en julio de 2023 los fabricantes de vehículos de motor, remolques y semirremolques registraron un aumento del 2,7% en los nuevos pedidos. La evolución positiva del sector de la automoción es una buena noticia para la industria vasca de componentes del automóvil, ya que supone –incluyendo a la furgonetas que se fabrican en Mercedes Benz Gasteiz– un 20% de las ventas exteriores a ese país. Las exportaciones vascas de material de transporte a Alemania han crecido un 18,7% en el primer semestre del año.

Ocurre todo lo contrario con los metales y sus manufacturas que ha retrocedido un 12,75% respecto al primer semestre de 2022. El sector del acero es uno de los que más están notando el incremento de los costes por la subida de la energía y las ventas de las fábricas de Euskadi a Alemania han bajado en 92 millones de euros.

Otro de los riesgos de la caída de pedidos alemanes es la exposición de las empresas vascas a cuatro sectores. Junto al transporte y el acero, el material eléctrico y los plásticos y el caucho concentran el 95% de las ventas.

Las compañías alemanas compran en la CAV porque es un socio de alto nivel tecnológico y busca productos de alto valor añadido, que es precisamente la principal característica de la economía vasca. Esa especialización industrial limita la diversificación en producto, pero refuerza su posicionamiento en os mercados más exigentes.

Hasta junio, las ventas del sector de material eléctrico a Alemania han crecido casi un 7%, mientras que las de plástico y caucho han repuntado más de un 23%.

Los cuatro principales segmentos industriales vascos suman ventas de 2.610,9 millones en lo que va de año a la primera economía de la eurozona, lo que supone un 9% más que en el mismo periodo de 2022. De ahí que, pese a la acusada perdida de dinamismo en otros mercados, la caída no es tan pronunciada en líneas generales.

A la espera de la evolución de los próximos meses –el dato de julio se conocerá dentro de dos semanas–, la concentración del comercio exterior en la Unión Europea, que absorbe el 63,6% de las ventas vascas, es otro de los aspectos a vigilar.

Comercio exterior vasco

17.091,2 millones de euros. Las empresas vascas han mantenido el tono exportador en el primer semestre del año, superando los 17.000 millones de euros, un 3,5% más. Sin embargo, tras un buen arranque del año, el segundo trimestre ha sido negativo.

2.786,6 millones de euros. Alemania es el principal destino de las exportaciones vascas en lo que va de año, con ventas por valor de casi 2.790 millones. Cuatro sectores –material de transporte, metal, material eléctrico y caucho y plástico– concentran el 94%.