El talento local es extremadamente importante para cualquier comunidad o empresa. A menudo se dice que “el talento es la materia prima del éxito”, y esto es especialmente cierto cuando se trata de talento autóctono. En primer lugar, porque estas personas buscan ser innovadoras y encontrar soluciones creativas a los problemas que enfrenta su comunidad. 

En segundo lugar, el conocimiento local es una ventaja competitiva importante que ayuda a crear entornos más prósperos y compañías más exitosas. Así lo comparte Nekane Errasti, Coordinadora de Ingeniería de Mondragon Unibertsitatea, quien asevera: “Nuestra misión es transformar la sociedad y para ello tenemos que ir de la mano con nuestro entorno. Toda la oferta académica que se imparte debe estar muy alineada con la realidad empresarial que nos rodea”.  

Para Errasti, si el objetivo principal es que los y las estudiantes tengan empleo de calidad cuando terminen su grado o máster, resulta imprescindible que todo el modelo de enseñanza-aprendizaje y el plan de estudios vayan en sintonía con las necesidades empresariales del entorno y el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Euskadi (PCTI), que pretende impulsar la economía vasca mediante la promoción del talento y la innovación.

“Nuestra misión es transformar la sociedad y para ello tenemos que ir de la mano con nuestro entorno"

Alineación con el PCTI

El papel de los centros universitarios es crucial para el desarrollo del talento. Desde Mondragon Unibertsitatea se contribuye a impulsar el conocimiento a través de la formación, de la investigación y de la transferencia (de talento y de investigación). Por un lado, las personas formadas revierten en el entorno empresarial y, por otro, la transferencia de los resultados de investigación ayuda a que la industria local evolucione y se prepare para los retos futuros. 

“Desde las ingenierías contribuimos 100% en los tres pilares del PCTI: salud personalizada, industria inteligente y energías limpias”, cuenta Errasti que pone como ejemplo: “En el campo de la salud, que parece el más alejado de la ingeniería, contribuimos con soluciones tecnológicas que mejoran el sector, el ejemplo perfecto es la personalización que aporta la impresión 3D. En cuanto a la industria inteligente y las energías limpias, la contribución de las y los ingenieros en esos retos es clave y muy fundamental, habrá muchas oportunidades de empleo en esos ámbitos”. 

Igualmente, y sin ser una asignatura específica en los diferentes grados o másteres que se imparten, la sostenibilidad (uno de los objetivos principales del PCTI) es una materia transversal que está presente en todas las ingenierías: “Los y las estudiantes van a ser las personas que contribuyan a un futuro más verde y las empresas actualmente están haciendo un mayor esfuerzo por reducir su impacto medioambiental. Necesitan que las nuevas incorporaciones sean conscientes de ello y propongan nuevas soluciones”, detalla la coordinadora de Ingeniería. 

Cómo se impulsa el talento

El conocimiento técnico de cada una de las especialidades resulta básico para que el alumnado adquiera una amplia formación pero, para Errasti, es necesario ir un paso más allá. “Trabajamos para fomentar el análisis crítico, la capacidad de toma de decisiones, de trabajo en equipo, que sean resilientes, que sean ciudadanos del mundo, con una visión global”, especifica. 

Por ello, la metodología utilizada en Mondragon Unibertsitatea busca poner a los y las estudiantes en situaciones lo más reales posibles. Se hace mediante proyectos que responden a retos reales donde el alumnado debe valorar muchos aspectos técnicos de forma integrada, debatir sobre sus impactos e, incluso, diseñar y construir soluciones a medida. Se trata de aprender haciendo. Una metodología muy práctica que consigue conectar con los y las jóvenes y fomentar una actitud constructiva y resolutiva muy valorada por las empresas.  

“Trabajamos para fomentar el análisis crítico, la capacidad de toma de decisiones, de trabajo en equipo, que sean resilientes, que sean ciudadanos del mundo, con una visión global”

Además, también se impulsa el talento generando espacios para que cada estudiante personalice su itinerario. El objetivo es que cada persona tenga su sello propio, y pueda personalizar su ingeniería, ya sea ampliando su radio de acción, diversificando las áreas de conocimiento a las que accede, o enfocando las materias elegidas hacia dónde le gustaría orientar su carrera profesional en el futuro. 

Respecto al empuje del talento femenino dentro del sector de las ciencias, la ingeniería y la tecnología, Errasti lo tiene claro: “Desde hace unos años la universidad colabora estrechamente con escuelas para visibilizar que la ciencia, la tecnología y la innovación también son profesiones para chicas. Con esta estrategia de sensibilización desde edades muy tempranas, se espera que las niñas cuenten con toda la información necesaria, sin prejuicios, elijan libremente su camino y podamos aumentar el número de alumnas en las aulas de ingeniería”. 

"Se espera que las niñas cuenten con toda la información necesaria, sin prejuicios, elijan libremente su camino y podamos aumentar el número de alumnas en las aulas de ingeniería”

Formación Dual y experiencias internacionales reconocidas

Otra de las vías que se promueven desde Mondragon Unibertsitatea para lograr que su oferta esté alineada con las necesidades empresariales actuales es mediante la formación dual. El centro tiene convenios con más de 500 compañías del entorno que permiten integrar a los y las alumnas en equipos multidisciplinares y que aprendan enfrentándose al trabajo en un contexto real. Un “win-win” para ambas partes. 

En segundo curso, alrededor de un 15% del alumnado opta por la formación dual; en tercero, la cifra sube hasta el 40% y hasta el 70% en el caso de algunas titulaciones como ingeniería informática. En cuarto, los y las estudiantes se integran en una empresa nacional o internacional por un periodo mínimo de diez meses a jornada completa desarrollando proyectos más complejos, y posteriormente tienen que presentarlo como su proyecto de final de grado.


En definitiva, se trata de un modelo muy práctico, ligado a la empresa y a los retos actuales, “El talento joven que sale de las ingenierías de Mondragon Unibertsitatea es crítico, autónomo, resiliente, responde a retos… Eso concuerda con las necesidades de las empresas y hace que sean nuestras aliadas en el proceso de formación del talento y año tras año confien en nuestra universidad”, enfatiza Nekane. “Cumplimos nuestra misión, dotar de talento bien formado a nuestro entorno”.

Asimismo, tener convenios con otras universidades o empresas internacionales sigue el criterio del perfil de talento que se quiere fomentar, “personas que estén abiertas al mundo”. 

Actualmente, la universidad gipuzkoana tiene una alianza con el Instituto europeo de Innovación y Tecnología (EIT) que busca generar colaboraciones entre universidades y empresas que permitan la formación y la movilidad de estudiantes en temas tecnológicos y de innovación tractores en Europa. De esta manera, los y las estudiantes pueden obtener la doble titulación de los centros en los que han estudiado así como el sello de EIT Manufacturing que acredita que este máster cumple los estándares establecidos por el Instituto Europeo de Innovación Tecnológica.

Finalmente, una de las palancas clave del PCTI, y como no de Mondragon Unibertsitatea, son la innovación y el emprendimiento. Tal como explica Errasti, “el objetivo es que los chicos y chicas tengan esa sensibilidad de crear, de investigar, de mejorar, con mirada crítica y capacidad tecnológica suficiente que nos permita evolucionar y responder a los retos que se nos plantean a medio y largo plazo”.