El programa de ayudas del Gobierno vasco, Azpitek, ha logrado reforzar 51 infraestructuras científico-tecnológicas con una subvención de 26 millones desde 2021, según datos dados a conocer por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia. En una comparecencia en Durango, el Gobierno vasco presentó los resultados del programa en Azterlan, en un acto en el Centro Tecnológico Azterlan al que asistieron representantes de todos los centros tecnológicos y CICs que componen Basque Research & Technology Alliance, BRTA.

Azpitek se creó en 2021 para apoyar la adquisición, instalación y actualización del equipamiento científico técnico necesario para la investigación de calidad. Además, según subrayó la consejera, también contribuye a la mejora de resultados y del impacto científico-tecnológico que se requiere para el desarrollo de actividades de I+D+i. Este año el programa tiene una nueva dotación de 5.625.000 euros, con el objetivo final de que el tejido empresarial vasco aborde “bien preparado” las tres transiciones de impacto en Euskadi como son la tecnológico-digital, la energético-climática, y la social y sanitaria.

El programa Azpitek fue creado por el Gobierno vasco para ayudar a los Centros Tecnológicos Multifocalizados y Centros de Investigación Cooperativa, CICs, de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología a adquirir infraestructuras científico-tecnológicas (IC-T), de cara a seguir respondiendo a los retos socioeconómicos de Euskadi desde la ciencia y la tecnología. Esta iniciativa ha logrado reforzar ya 51 infraestructuras científico-tecnológicas.

A través de este programa se han subvencionado proyectos por valor de 12,2 millones en el año 2021, y 13,8 millones en 2022, lo que supone 26 millones repartidos en las estrategias RIS3; la Industria Inteligente, las Energías más limpias o proyectos de Salud.

En el transcurso del acto, Tapia recordó que, para hacer frente a las tres transiciones de impacto en nuestro país, la tecnológico-digital, la energético-climática, y la social y sanitaria, es “necesario contar con infraestructuras científico-tecnológicas excelentes”.

Según apuntó, las infraestructuras científico-tecnológicas IC-T (incluidos los demostradores, los bancos de pruebas, las instalaciones de experimentación, los living-labs, etc.) son la “columna vertebral” de los ecosistemas de I+D+i y de las cadenas de valor que se apoyan en la innovación.

“Como tales, las IC-T apoyan el desarrollo y la creación conjunta de tecnología, desde la prueba de concepto y la validación en laboratorios hasta la demostración de prototipos en el entorno industrial, con el objetivo de asegurar la adopción de tecnología, con el impacto socioeconómico consecuente en Euskadi”, señaló. La consejera subrayó que estos entornos físicos y/o simulados son esenciales para las empresas de todos los tamaños. Las IC-T les permiten colaborar con los agentes de I+D+i para desarrollar tecnología y soluciones de alto valor añadido, ofreciendo apoyo en todas las fases.

Desde el Gobierno vasco se apuntó que la industria depende de la disponibilidad de infraestructuras tecnológicas para el desarrollo, la validación, la creación de prototipos y el escalado de tecnologías, antes de que puedan ofrecer al mercado nuevas soluciones tecnológicas. Sin embargo, las IC-T requieren “muchos recursos y competencias” para su construcción, gestión, funcionamiento y mantenimiento, ya que suelen ser “muy costosas” y precisan de personal técnico altamente cualificado para su operación. Por lo tanto, la mayoría de las empresas no pueden permitirse tener su propia IC-T.

En el transcurso del acto de ayer martes, también se presentó la nueva imagen de Azpitek, que estará reflejada en todas y cada una de las infraestructuras adquiridas gracias a esta iniciativa. Desde el Centro Tecnológico Azterlan se explicó que el programa Azpitek ha supuesto “un refuerzo” para el desarrollo de la línea de investigación de polvos metálicos, que ofrece “importantes oportunidades orientadas a la industria de transformación metal”.