ERA toda una metáfora: representantes de empresas vizcainas integradoras de telecomunicaciones miraban desde los ventanales del restaurante del BEC. Un día claro de otoño. La séptima planta de la torre del ferial se encuentra, en realidad, a la altura de un piso catorce como poco. Se veían perfectamente las azoteas del sur de Barakaldo, las antenas, los conductos de fibra, los tendidos de cable, las cajas de registro. Una geografía incompresible para la inmensa mayoría de los mortales pero tan sencilla como una cartilla de párvulos para ellos. Digo ellos porque, salvo contadas excepciones, se trataba de hombres.

Toribio Martín con el director Editorial de NTM, Iñaki González, Juan Carlos Torralba, Miguel Ángel García Argüelles y Adolfo Rey. Oskar M. Bernal

La Asamblea General de la Asociación Vizcaina de Integradores de Telecomunicaciones (Abite) se desarrrolló desde media mañana de ayer en la segunda planta del BEC, concretamente en la coqueta sala de prensa del recinto ferial. Allí se reunideron representantes de la treintena de empresas que forman parte del colectivo. Resueltos y aclarados los puntos del orden del día, a eso de las 14:30, subieron a la séptima planta donde les esperaban un cóctel y un almuerzo con la vega de Ansio a los pies. El restaurante del BEC, además de un enorme y funcional salón con gigantescos ventanales, dispone de una terraza que supone toda una tentación se dedique uno a las telecomunicaciones o no.

Xabier Basáñez, director general del BEC, con Tamara Yagüe, Matxalen Lauzirika y Pedro Campo, presidente de CECOBI. Oskar M. Bernal

Los asambleistas aprovecharon el cóctel para ir recibiendo y saludando a las personas invitadas al evento. Entre otras, Xabier Arrieta, director de Informática y Comunicaciones de Departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno del Gobierno vasco; Matxalen Lauzirika, directora general de Itelazpi; Tamara Yagüe y Adolfo Rey, presidenta y secretario de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal; Álvaro Ubierna, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación del País Vasco; Mari Paz Ramos, secretaria del Colegio de Administradores de Fincas de Bizkaia; Pedro Campo, presidente de la Confederación del Comercio de Bizkaia; Gabriel García, director general de Recyclia, entidad que administra las principales fundaciones medioambientales estatales dedicadas al reciclaje de residuos electrónicos y pilas; Igor Jainaga, director de Explotación e Ingeniería de EITB; o Iñaki González, director Editorial y de Contenidos de NTM.

Destacaron en su función de anfitriones el presidente de Abitel, Juan Carlos Torralba; el expresidente, Toribio Martín; directivos como Xabier Martín; o la responsable de relaciones externas, Rocío Ardura.

Entre las personalidades reseñables de este particular sector profesional cabe citar a Fernando Huerba y Miguel Ángel García Argüelles, presidente y director gerente respectivamente de la Federación de Instaladores e Integradores de Telecomunicaciones, quienes habían aprovechado la asamblea para presentar la próxima edición del encuentro Telcom22, además de para señalar los inmediatos retos que el futuro abre al negocio de las telecomunicaciones. También se encontraban en el evento Ángel Sánchez, presidente de la asociación alavesa, y Eduardo Lapeyra, máximo responsable de la guipuzcoana.

Asistieron, además del propio director general del BEC, Xabier Basáñez, José María Pascual, Edurne Pérez de Albéniz, Javier Fresno, Eufrasio Cámara, Ricardo Unda, Jonathan y Josué Mouriño, Francisco Intxaurreta, Raúl Medrano, Aitor Uríen, Jesús María Bombín, Rafael López Subijana, Araitz Buitron, Javier Blasco, Jorge Caballero, Alfonso Quintanilla, Diego Quevedo, Lourdes Palacios, Ion Gali, Manu Pineño, o Avelino González.

Durante el almuerzo hubo un momento para los agradecimientos a entidades y personas colaboradoras de Abitel, además de un emotivo homenaje, con reparto de txapelas, a los jubilados. Las telecomunicaciones son una herramienta fundamental del futuro con la inminente generalización del 5G, pero eso no quiere decir que se deje a un lado lo mejor del pasado, como, por ejemplo, la buena mesa y la txapela.