En un contexto de gran incertidumbre ante una inflación desbocada, una política agresiva por parte de los bancos centrales, y una previsible recesión global, los expertos desconfían de la recuperación de las bolsas y prevén que los próximos trimestres serán dolorosos. Las peores perspectivas recaen en la renta variable europea, donde el Euro Stox 50, el índice en el que cotizan las empresas con mayor capitalización de Europa, ya pierde más del 20% en el acumulado del año.

Diego Morín, de IG, se muestra pesimista respecto a la evolución que puede tener la renta variable global en los próximos meses, y aunque cree que habrá “ciertos repuntes”, los califica como “falsos” rebotes. En el momento actual hay que tener cierta precaución, dice el analista que, sobre el IBEX 35, es aún más negativo, al considerar que será “uno de los más perjudicados por su composición cíclica, por lo que una desaceleración económica perjudicaría a los valores del índice español.

Barclays también advierte de que los próximos trimestres seguirán siendo dolorosos tanto para las economías como para los mercados, en un contexto macroeconómico “pobre” y en el que los inversores tienen opciones limitadas dado el endurecimiento de la política monetaria mundial. Así, infrapondera la renta variable frente a la fija, y argumenta que las acciones no están valorando “plenamente los riesgos a la baja en los próximos trimestres”.

Desde Goldman Sachs, sus analistas han revisado a la baja los precios objetivos y las estimaciones de beneficio por acción en las bolsas europeas, un mercado que, según auguran, “no ha llegado a su punto mínimo”. Con la presión a la baja sobre las valoraciones y las revisiones negativas de los beneficios de cara a fin de año, la entidad no apuesta por la renta variable para los próximos tres meses. BlackRock tampoco confía en las bolsas en un contexto macroeconómico que, en su opinión, ha empeorado. “Esperamos una recesión en los principales mercados desarrollados”, pero de forma “más profunda” en la zona euro por la crisis energética, según sus previsiones.

Los bancos centrales están dando prioridad a reducir rápidamente la inflación por encima de las implicaciones económicas que supone, según BlackRock, para quien las acciones “aún no han valorado plenamente los temores de recesión y los tipos de interés más altos”.

Prudencia

El equipo de Estrategias de Mercados de Banca March también infrapondera la renta variable y pide prudencia, y aunque cree que las valoraciones de las compañías son atractivas, ve “preocupante” las revisiones a la baja de beneficios que las empresas pueden anunciar en los próximos meses y que volverán a presionar los mercados. Además, vaticinan que para ver un cambio de tendencia en las bolsas será necesario asistir a una moderación en la inflación que permita que los bancos centrales comiencen a reducir las subidas de los tipos de interés.

“Históricamente, cuando las correcciones de las bolsas coinciden con una recesión, las caídas se suelen extender tanto en profundidad como en duración”, añade Banca March. Desde el Departamento de Análisis y Mercados de Bankinter, sus analistas creen que hasta que la inflación no remita y los bancos centrales “rebajen su agresividad, insinuando cuándo podrían volver a bajar tipos”, no mejorará la situación del mercado y los rebotes serán “inconsistentes y desconfiables”. No obstante, estiman que en algún momento entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 la situación habrá tocado fondo definitivamente.

En Inversis, sus estrategas también optan por la cautela en la renta variable. “Las acciones continúan sufriendo el castigo de la incertidumbre y en un entorno muy volátil marcado por los tipos de interés, el riesgo de recesión, la rotación de las carteras a renta fija y las mayores tasas de descuento”.

Aun así, creen que puede ser una buena opción, y adelantan que esperarán a tener más visibilidad sobre crecimiento e ingresos corporativos antes de retomar posiciones.