La OCDE ha revisado a la baja las previsiones económicas para el Estado teniendo en cuenta el impacto de la guerra en Ucrania, y calcula que este año crecerá un 4,1 % frente al 5,5 % que había estimado en diciembre, mientras la inflación media se disparará al 8,1 % frente al 3 % de 2021.

En su informe semestral de Perspectivas Económicas publicado este miércoles, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipa un crecimiento de solo un 2,2 % en 2023 con una inflación que se mantendrá relativamente elevada aunque menos fuerte, con un 4,8 % de media.

Se muestra más pesimista que el Gobierno, que espera una progresión del producto interior bruto (PIB) del 4,3 % este año y del 3,5 % el próximo.

La corrección a la baja de las previsiones de crecimiento desde el anterior informe de la OCDE del 1 de diciembre es general para casi todos los miembros y particularmente fuerte en los países de Europa continental, que están entre los más afectados por la invasión de Ucrania.

Esa corrección, de 1,47 puntos porcentuales para el Estado, es todavía mayor para Francia (1,83), Italia (2,09) y sobre todo Alemania (2,19). Por debajo se quedan Estados Unidos (1,28) o el Reino Unido (1,10).

Ucrania pasa factura a las economías globales

Al final, el aumento del 4,1 % del PIB español en 2022 que estiman los autores del estudio será netamente superior al de los otros grandes países desarrollados como son Estados Unidos (2,5 %), Reino Unido (3,6 %), Italia (2,5 %), Francia (2,4 %) o Alemania (1,9 %). El único que está por encima es Australia (4,2 %).

Desciende el gasto de las familias y la tasa de paro

La OCDE considera que la alta inflación y la incertidumbre van a reducir el gasto de las familias en el Estado y que los cuellos de botella en el aprovisionamiento de semiconductores también limitarán la inversión privada y las exportaciones. La tasa de paro, que lleva dos años a la baja, se reducirá del pico del 15,5 % en 2020 al 13,6 % en 2022, pero volverá a subir al 13,9 % en 2023.

Las ayudas fiscales a la factura eléctrica deben ser temporales

Los autores del estudio insisten en que las medidas fiscales para hacer frente a los efectos de corto plazo del choque de la energía sobre las familias y las empresas vulnerables tienen que ser selectivos y temporales.

Al mismo tiempo, consideran que tiene que aplicarse una estrategia de ajuste fiscal a medio plazo para empezar a disminuir de forma gradual el déficit y la deuda pública.