La alta temporalidad del mercado laboral ha perjudicado en la última década las expectativas de distintas franjas de población, especialmente las de los jóvenes y las mujeres. La búsqueda de un empleo con cierta seguridad guía las motivaciones de muchos opositores. Es el caso de Patricia Salaverri. A sus 50 años, esta vizcaina de Trapagaran prepara pruebas de acceso para trabajar en administraciones públicas. "Lo que quiero es tranquilidad a nivel laboral, dejar atrás la inestabilidad", resume esta mujer, que dedica ocho horas diarias, entre cursos y estudios en casa, a 'entrenarse' de cara a los exámenes venideros.

Actualmente en desempleo, Patricia puede preparar con mejor planificación sus pruebas debido a que no es madre y no tiene cargas económicas urgentes, como una hipoteca, a las que hacer frente. Reconoce que esos dos son factores que, en su entorno más cercano, han limitado las posibilidades de éxito de otros opositores. Además de poseer unos recursos económicos que faciliten una cierta posición de desahogo a la hora de comenzar lo que define como "una carrera de fondo", lo más importante a la hora de hincar los codos es el tiempo, algo de lo que "es más fácil disponer cuando se es joven", indica. Su experiencia en el mundo de la administración y contabilidad empresarial le ha hecho decantarse por preparar las Ofertas de Empleo Público (OPE) relacionadas con esta categoría.

"He tenido trabajos que, a lo sumo, duraban cinco o seis años, y lo que quiero ahora es un empleo con una mayor seguridad", subraya Patricia, que , no obstante, sigue buscando un trabajo en el ámbito privado que le permita conciliar esta actividad con el estudio. Sobrellevar esta compaginación de responsabilidades, tan exigente, es una de las principales preocupaciones de quienes opositan. "Preparar oposiciones no es algo fácil y no es algo que todo el mundo se pueda permitir Además del tiempo, es importante la disciplina y ser una persona organizada", explica.

Esfuerzo

Tras perder su empleo hace dos años, "comencé a darle vueltas al tema de las oposiciones". En los últimos meses ha mejorado sus calificaciones en idiomas y ahora reparte su tiempo entre el estudio en casa y los cursos en la academia Juritecnia, en Bilbao. Su intención es presentarse a las pruebas que convoquen las distintas administraciones, tanto a nivel local como autonómico. "Por probar no se pierde nada", indica. Muchos opositores preparan los exámenes forzados por las circunstancias, que les hacen perseguir en el empleo público la estabilidad que no encuentran en la esfera privada. Eso hace que algunos aborden los estudios desde una postura más obligada, lo que puede restarles motivación. No es el caso de Patricia. "Te esfuerzas más si estás estudiando porque quieres. Esto es una inversión, porque pueden salir más oportunidades poco a poco", subraya Patricia. Además, los estudios en la academia le permiten ir añadiendo conocimientos a su currículum. De cara al futuro, los expertos creen que cada vez serán más las personas que buscarán refugio en el sector público, una tendencia acrecentada por los efectos de la pandemia en el mercado laboral en los dos últimos años.