El Gobierno vasco dio luz verde ayer miércoles a la aprobación del Plan Estratégico de Economía Circular y Bioeconomía de Euskadi 2021-2024, “un plan que por primera vez recoge el impulso a la bioeconomía a través de tecnologías innovadoras” y que contempla un presupuesto de 45 millones de euros, de ellos 13 procedentes de fondos Next Generation. El objetivo es apostar por un modelo de producción y consumo que impulse un desarrollo más sostenible. En este sentido, busca aumentar en un 30% la productividad material y reducir un 10% la tasa de generación de residuos para posicionar a Euskadi entre los líderes de la economía circular en Europa.

El plan fue presentado ayer miércoles, tras el Consejo, por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantza Tapia. El proyecto elaborado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente pretende dar respuesta a retos como impulsar la creación de nuevos modelos de negocio más circulares, innovar en materiales, procesos y productos, prolongar la vida útil de los productos, reducir el consumo de materias primas y la generación de residuos, fomentar un modelo de consumo más circular, reducir el despilfarro alimentario, promover el uso más eficiente de plásticos, aumentar la reutilización, reciclaje y recuperación de residuos, e incrementar el uso de materias primas secundarias.

Según explicó la Consejería, estos son algunos de los principios en los que se basa el Basque Green Deal para impulsar un modelo de desarrollo “inclusivo y sostenible”. “Afrontar estos retos, involucrando a empresas, administraciones y ciudadanía, permitirá posicionar a Euskadi como un referente en la transición a una economía circular y en bioeconomía circular”, indicó Tapia. El plan dará un especial impulso a la bioeconomía, que comprende los sectores de la economía que emplean recursos biológicos renovables de la tierra y el mar (como cultivos, bosques, animales y microorganismos) para producir alimentos, materiales y energía, combinando la gestión sostenible de los recursos naturales con nuevas soluciones tecnológicas para crear “una nueva generación de productos que reemplacen lo que hoy producimos con combustibles fósiles”.

Alineado con el Plan de Acción para la Economía Circular de la Comisión Europea, este proyecto establece cuatro ejes estratégicos: la producción, el consumo, la gestión de residuos y materias primas secundarias, y la competitividad e innovación. En concreto, se recogen once líneas de actuación, las de nuevos modelos de negocio circulares y de alto valor añadido, innovación y nuevas tecnologías en economía circular y bioeconomía, nuevos materiales sostenibles, ecodiseño de productos y edificios, fabricación eficiente y explotación de recursos sostenible, fortalecer las oportunidades de la bioeconomía circular, consumo circular, generar demanda y condiciones de mercado, despilfarro alimentario, consumo de plásticos, gestión sostenible de residuos, y materias primas secundarias.

El presupuesto previsto para la implementación del plan asciende a 31,9 millones de euros, con recursos propios, a los que ahora se suman 13 millones de euros adicionales procedentes de los fondos europeos Next Generation. “Estos serán empleados para acelerar las inversiones necesarias para garantizar el cumplimiento de los nuevos objetivos comunitarios en materia de gestión de residuos municipales y de envases y residuos de envases”, explicó la consejera.

Acciones. En el plan se recogen once líneas de actuación, que contemplan 53 acciones, entre las que destacan la creación del Baque Circular Hub; el refuerzo de la inversión pública y privada en proyectos de innovación en economía circular y bioeconomía; el despliegue de proyectos de investigación para el desarrollo de nuevos materiales; o el impulso del Basque Ecodesign Center en el desarrollo de proyectos para la mejora de la competitividad y la tracción de la cadena de valor y ampliación de su ámbito de actuación a nuevos sectores .