Los precios siguen rompiendo techos en el Estado por la subida del precio de la electricidad. Así, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió siete décimas en septiembre en relación al mes anterior y disparó su tasa interanual hasta el 4%, el umbral más alto desde septiembre de 2008, cuando marcó un porcentaje del 4,5%. Con el dato de este mes, el IPC interanual encadena su novena tasa positiva consecutiva.

Según los datos avanzados publicados ayer miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el comportamiento interanual del IPC destaca la subida de los precios de la electricidad, mayor este mes que en septiembre del año pasado. También influye, aunque en menor medida, el aumento de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el hecho de que los precios de los paquetes turísticos bajaron menos en septiembre de este año de lo que lo hicieron en igual mes de 2020.

La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados por ser los más volátiles- se situó en el 1%, tres décimas por encima de la de agosto y tres puntos por debajo del IPC general, la mayor diferencia entre ambas tasas desde el inicio de la serie en 1986. En términos mensuales, los precios crecieron un 0,8% en septiembre con respecto a agosto y sumaron su segundo mes consecutivo al alza. El índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en toda la zona euro, se situó en el 4% interanual, siete décimas por encima del de agosto, y en el 1,1% mensual.

En su valoración de los datos, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, señaló que el repunte es un "episodio transitorio" y señaló que las expectativas de inflación no se están incrementando de manera sustantiva y que lo que realmente hay observar es la inflación subyacente. "La inflación que viene de mercados energéticos es muy volátil (...) Yo entiendo que haya inquietud, que tiene efectos sobre las rentas mensuales (...) Lo que hay que mirar es el medio plazo", apuntó el ministro en declaraciones a Onda Cero.

Escrivá manifestó que, en materia de inflación, hay que escuchar a los bancos centrales y atender a sus previsiones porque forma parte de su mandato velar por la estabilidad de precios. "Y lo que nos están diciendo los bancos centrales es que éste es un episodio transitorio de inflación. Estaremos unos meses así y luego volveremos a la estabilidad de precios", subrayó. Asimismo, el ministro explicó que los procesos inflacionistas persistentes y alargados se alimentan de las expectativas, que "no se están incrementando sustantivamente", y de déficit públicos muy elevados. En este sentido, apuntó que los datos de déficit se han visto aumentados por la pandemia y deben entenderse en esa clave, circunscritos a una situación de emergencia.

No hizo la misma lectura el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien aseguró que con la inflación en el 4%, es necesario "mirar a los salarios" para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo. "La inflación está en el 4% y, con ella, tenemos que mirar a los salarios para mantener el nivel de vida de los trabajadores", dejó claro Álvarez durante su intervención ante el Comité Confederal del sindicato, al tiempo que señaló que el sindicato seguirá presionando para que el SMI se sitúe cuanto antes de los 1.000 euros.

Para el líder sindical, el SMI se ha convertido en un "elemento fundamental para los trabajadores", debido a que la reforma laboral del PP dinamitó la negociación colectiva, imposibilitando trasladar los beneficios empresariales a los salarios vía convenios colectivos.

"Lo que dicen los bancos centrales es que este es un episodio transitorio de inflación"

Ministro de Seguridad Social

"Tenemos que mirar a los salarios para mantener el nivel de vida de los trabajadores"

Secretario general de UGT