- Las empresas vascas no cesan en su trabajo de innovación para mejorar su competitividad y una de las que mayor esfuerzo realiza en I+D+i es Petronor. La refinería vasca ha completado con éxito la fabricación del primer lote de combustible para aviones, un queroseno sintetizado a partir de residuos. Esta primera partida de biojet consta, según fuentes de la compañía de Muskiz, de 5.300 toneladas y, “su uso evitará la emisión de unas 300 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 40 vuelos Madrid-Bilbao”.

Este proyecto de biocombustible de la filial de Repsol sitúa a las instalaciones vizcainas de Petronor en el grupo de cabeza en la producción de combustibles de bajas emisiones biojet en el Estado español, tras las experiencias realizadas por su primer accionista, la referida Repsol, en las refinerías de Puertollano y Tarragona, a mediados de 2020 y principios de 2021 respectivamente, donde se utilizó biomasa como materia prima.

Fuentes de la empresa presidida por Emiliano López Atxurra destacan que en la partida de combustible elaborado en las instalaciones de Muskiz se han utilizado “residuos como materia prima, integrando así herramientas de economía circular en el proceso de producción” de tal manera que “se mejora la gestión de los residuos, transformándolos en productos de alto valor añadido”.

La elaboración de este primer lote de combustible para aviación supone “un hito relevante en la producción de combustibles con baja huella de carbono” para sectores como el del transporte aéreo “un segmento donde la electrificación no es viable por el momento”.

Esta iniciativa industrial hacia la producción de combustible de bajas emisiones se inscribe en la apuesta estratégica que Petronor, y todo el grupo Repsol, tiene en marcha, en que uno de los vectores principales el del hidrógeno verde para elaborar combustibles sintéticos de cero emisiones netas, y en la que la compañía vizcaina es un alumno adelantado. Estos combustibles podrán ser utilizados en coches, camiones, pero también en otros segmentos de transporte como el de aviación.

La descarbonización de un sector como el del transporte aéreo que, antes del covid, estaba con un crecimiento continuo, es uno de los grandes retos tecnológicos de la actualidad.

El consumo de queroseno en el Estado español había estado creciendo de forma continua desde el año 2013 en el que alcanzó los 5,13 millones de toneladas hasta los 6,9 millones de toneladas de 2019. El pasado año, por culpa de las restricciones a la movilidad impuestas para combatir la pandemia de coronavirus, el consumo de queroseno se desplomó en el Estado nada menos que un 66%, la mayor caída de todos los tipos, pues la demanda general de combustibles bajó en torno al 25%.

En este contexto, el uso de biocombustibles se presenta como una vía para la descarbonización del sector aéreo. En este sentido, las instituciones comunitarias europeas han establecido diferentes medidas para fomentar el uso de biojet en el sector aeronáutico, y tanto el obtenido a partir de biomasa como el biocombustible avanzado procedente de residuos están incluidos en la lista de combustibles sostenibles en la Directiva Europea de Energías Renovables.

El 14 de julio la CE publicó la iniciativa Refuel Aviation, que tiene como objetivo impulsar los combustibles sostenibles para aviación.

Queroseno. El consumo de este combustible en el Estado ha crecido continuamente desde 2013 hasta los 6,9 millones de toneladas en 2019. En 2020 bajó el 66%.

2%

La Unión Europea quiere que en 2025, el 2% de los combustibles de la aviación sean bio.