Una encuesta encargada por la Asociación para la Defensa del Modelo del Igualatorio detecta un “alto interés” de los médicos en la compra de acciones del IMQ. Casi la mitad de los consultados (45,6%) está dispuesto a tomar paquetes de participaciones de diferentes tamaños, un porcentaje que denota el atractivo de la compañía y que se refuerza con la segunda parte del sondeo, donde casi un 75% de los accionistas dice que no está interesado en vender y que quiere formar parte del futuro.

Además, se ha pulsado la opinión tanto de médicos socios en activo (45% de los consultados) y jubilados (30%) como de médicos que trabajan en el IMQ pero no son accionistas (25%). Ademi abarca así tanto a los que quieren vender como a los que podrían estar interesados en reforzar su posición. Y realiza una primera aproximación a un colectivo de potenciales compradores en el futuro. Se ha consultado a 700 accionistas -en total son algo más de 1.000- y a 150 médicos no accionistas -son más de 800-.

El resultado es “muy satisfactorio”, afirma Ademi en su valoración de la encuesta, que ha empezado a remitirse a los asociados de cara a la junta del próximo 30 de junio. Por un lado, el interés comprador “demuestra que puede haber relevo generacional con fórmulas de compra atractivas”. Mientras que la reticencia del socio a vender pone de relieve que “los accionistas dan mucho valor al legado, a la seguridad de la inversión y a la revalorización futura” de su participación. Estiman que es un espaldarazo al mantenimiento del IMQ en manos de los médicos, “sin ceder la mayoría y el control” a SegurCaixa Adeslas.

¿En qué consiste la oferta “atractiva” de compra que plantea Ademi?

La primera clave pasa por dividir el tamaño de los paquetes de acciones, que a día de hoy son de 1.000 títulos con un precio de compra de 260.000 euros, según su propuesta. Ademi plantea paquetes de 250, 500, 750 y el de 1.000 acciones actual. El precio mínimo es de 65.000 euros y crece proporcionalmente.

La segunda clave es la financiación del 50% de la compra con créditos bancarios a 10 o 15 años y con cuotas mensuales que oscilan desde un mínimo de 205 euros (paquete de 250 acciones a 15 años) hasta un máximo de 1.000 euros (paquete de 1.000 acciones a 10 años). El IMQ completaría la otra mitad de la operación y descontaría de la facturación del médico la cuota mensual de ese préstamo. Ademi considera que la operación es rentable en relación a los volúmenes de negocio de los médicos, pero más todavía si se tiene en cuenta el dividendo que recibe cada accionista del Igualatorio.

El de este año, a cuenta de 2020, ha sido el más alto de la historia de la compañía: 8.500 euros. Y el colectivo que defiende el modelo actual y quiere evitar que Adeslas controle la compañía estima que seguirá creciendo los próximos años.

Según los resultados de la encuesta encargada por Ademi, la mayoría de los médicos interesados quiere comprar un paquete de 1.000 o de 500 acciones. En ambos casos es la opción escogida por un 15,9% de los consultados. También tiene gran aceptación el paquete más pequeño, el de 250, con un 10,6%. En cambio, entre el 25% que quiere vender, destaca por encima de todos el colectivo que pondría en venta un paquete de 1.000 acciones, el 15% de los consultados. Ademi asegura que estaría en disposición de iniciar el proceso de venta “en un plazo de 8 meses sin limitaciones”.

Asociación de Médicos. El médico Alfonso Gil será elegido el próximo martes, 22 de junio, presidente de la Asociación de Médicos del Igualatorio. Gil relevará así a Juan Ignacio Goiria y se visualizará el cambio en el reparto de fuerzas en este órgano que está en el origen del IMQ. Tras la renovación de la asamblea, los médicos afines a Ademi han pasado a controlar 16 de los asientos designados por las especialidades médicas del Igualatorio. El sector que quiere vender a Adeslas baja hasta los nueve representantes.