El Gobierno vasco revisará ligeramente la previsión de crecimiento de la economía en 2021 por la ralentización que ha supuesto la tercera ola del coronavirus. Sin embargo, el PIB de Euskadi tendrá un comportamiento muy positivo, previsiblemente por encima del 8%, y será posible recuperar "una parte importante" del terreno perdido el año pasado (-9,5%).

A esa evolución habrá que sumar el avance de 2022, de modo que la economía vasca volverá en dos años a los números previos a la pandemia y no perderá ocho años como ocurrió con la gran recesión de 2009.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha participado esta mañana en el Forum Europa Tribuna Euskadi con una conferencia en la que ha hecho repaso de los doce meses en los que la actividad económica ha convivido con el covid y ha analizado el momento actual y las perspectivas a corto plazo.

El efecto de la vacuna

El "impacto brutal, desconocido", del virus en la economía a escala mundial ha marcado el paso y lo seguirá haciendo hasta que la vacunación permita cambiar de escenario. Sin embargo, Euskadi partía de una posición favorable, con unos ritmos de crecimiento que habían permitido dejar atrás los efectos de la crisis anterior y ganar productividad. Esa "buena situación" facilitará la remontada y encarar 2023 como un ejercicio con los deberes que quedaron en el tintero el año pasado: dar un salto cualitativo en lo relativo al empleo y reforzar la competitividad de las empresas, ha subrayado Pedro Azpiazu.