El ingeniero Imanol Rego es el nuevo director general de la división de electromovilidad del histórico fabricante vasco de autobuses Grupo Irizar. Procedente de la empresa Schneider Electric, Rego, afronta el interesante reto de situar a Irizar como uno de los líderes europeos en movilidad cero emisiones.

¿Qué es Irizar hoy en día?

—Somos un grupo empresarial con presencia internacional que desarrolla su actividad en los sectores del transporte de pasajeros, electromovilidad, energía, electrónica, motores y generadores eléctricos, y conectividad.

El Grupo lo integran siete empresas (Irizar, Irizar E-mobility, Alconza, Datik, Hispacold, Masats y Jema) que suman 13 plantas de producción en España, Marruecos, Brasil, México y Sudáfrica y un centro propio de I+D que tiene como objetivo la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico de los productos y sistemas del propio grupo.

Fundado en 1889, el Grupo Irizar es hoy un grupo sólido, con más de 3.000 personas y con unas ventas de más de 766 millones de euros en el año 2019, diversificado geográfica e industrialmente, y en continuo crecimiento que apuesta decididamente por la marca, la tecnología y la sostenibilidad.

¿Qué supone Irizar e-mobility dentro del total del Grupo?

—Irizar e-mobility es la empresa del Grupo Irizar dedicada a aportar soluciones de electromovilidad. Actualmente esta unidad de negocio supone un 10% del total de negocio. No obstante, tenemos altas expectativas de crecimiento de futuro que responden a los retos de una movilidad urbana sin emisiones a la atmósfera, y a la apuesta que las ciudades europeas están haciendo en esta línea de transición energética. La movilidad está cambiando y muy rápido.

¿En qué segmentos de negocio está centrado Irizar-E, y qué perspectivas contempla para cada uno de ellos?

—Nuestra planta de Aduna en Gipuzkoa es la primera planta de electromovilidad europea. En ella fabricamos soluciones llave en mano que incluyen autobuses urbanos y camiones para aplicaciones urbanas 100% eléctricos y cero emisiones, e integramos soluciones y sistemas del grupo tales como las infraestructuras de carga inteligentes o nuestros propios sistemas de almacenamiento de energía.

Actualmente contamos con dos modelos de autobuses urbanos 100% eléctricos, cero emisiones: el Irizar ie bus (disponible en 10.8, 12 y 18 metros) y el Irizar ie tram (disponible en 12 y 18 metros). Sin olvidar nuestro camión eléctrico, el Irizar ie truck, un vehículo creado para dar respuesta a diferentes necesidades del mercado.

¿Irizar-E apuesta por el I+D y la tecnología propia?

—Sí. Sin duda. La apuesta de I+D+i del Grupo Irizar, con su centro Creatio a la cabeza, es un referente en el sector. Los equipos implicados destinan sus recursos a investigaciones y desarrollo de tecnologías pioneras para afrontar los retos del futuro. Esta estrategia en innovación se sustenta a su vez, en colaboraciones con diversos centros tecnológicos vascos y europeos.

¿Hay profesionales y conocimiento suficiente en los centros tecnológicos y en las universidades vascas para avanzar en este área?

—Creemos que sí. De hecho, la realidad es que Irizar e-mobility ha apostado por el talento local, con personas formadas en las diferentes universidades y centros de formación profesional de Euskadi. Aunque tenemos que continuar en estrategias colaborativas que integren los centros tecnológicos, universidades, escuelas de formación, etc. para continuar alimentando nuestra industria y empresa.

¿Hay que subirse al carro de la transición energética?

—Rotundamente sí. Creemos que en estos tiempos la transformación digital y la citada transición energética van a ser los vectores de inversión y creación de empleo. Por ello necesitamos ser capaces de preparar el talento en colaboración con las universidades y escuelas de formación.

¿Cree que la apuesta urbana de las ciudades en Europa es ya definitiva por los vehículos eléctricos, por lo su mercado será creciente?

—Los vehículos eléctricos han llegado para quedarse. Actualmente son la respuesta a las necesidades de reducción de emisiones de CO2 en las zonas de emisiones limitadas definidas ya en muchas ciudades. El futuro es eléctrico y el paso de motores de combustión a motores eléctricos es imparable. Las fuentes energéticas irán evolucionando y tendremos sistemas de baterías eléctricas, sistemas de celdas de hidrógeno… pero en todos los casos, sistemas de movilidad cero emisiones. Es en este campo donde tenemos enfocados todos nuestros esfuerzos, en ofrecer soluciones con vehículos libre de emisiones ambientales y sonoras, seguros, eficientes que aporten el alto valor añadido que requieren las ciudades.

¿La competencia china ha llegado también al mercado de autobuses eléctricos en Europa?

—Ante un sector en auge, cada vez hay más competidores globales. Efectivamente, los fabricantes asiáticos, especialmente de China, se han introducido en los mercados europeos y, además, son muy competitivos gracias a la apuesta gubernamental que se hizo en China desde hace ya varios años.

¿Se pueden extraer lecciones del auge chino en sectores punteros con apoyo gubernamental?

—Una vez más se demuestra que en una disrupción tecnológica el apoyo institucional y las estrategias de Estado, en este caso en electromovilidad, son claves para impulsar el tejido industrial y afrontar los retos de cara al futuro.

¿Cree que es necesario el apoyo de las administraciones para impulsar definitivamente la implantación del vehículo eléctrico en Euskadi?

—Así es. Como comentaba anteriormente la implicación de las administraciones en impulsar la electromovilidad y las sostenibilidad son claves para avanzar, y sobre todo, para generar un tejido industrial en Euskadi que permita presentarnos en el exterior como un referente de manera que atraiga la inversión y la creación de empleo en el sector.

En el País Vasco hay una poderosa industria auxiliar ligado al automóvil, a la movilidad y a la energía eléctrica, ¿considera que existe la tecnología para ser un jugador internacional de primer nivel en la transición energética hacia el vehículo cero emisiones?

—Efectivamente, tenemos la suerte de tener un tejido industrial y empresas de referencia en el sector del automóvil para dar respuesta a las exigencias de la transformación energética. Sin embargo, el hecho de evolucionar de plataformas de combustión, que han estado alimentando nuestra movilidad durante el último siglo, a plataformas de propulsión eléctrica supone una completa disrupción de la cadena de valor y de las infraestructuras. Los sectores que no sean capaces de adaptarse a esta nueva realidad tendrán serios problemas. Hoy, es el momento de alimentar la economía de este siglo y de los próximos.

Nosotros apostamos ya en el 2011 en desarrollar tecnología propia integrada en nuestros vehículos desarrollando plataformas de electromovilidad que estamos comercializando en los diferentes mercados internacionales y que son referentes en el sector.

¿La industria señala que agradecería que las administraciones, a igualdad de condiciones, comprarán equipos Made in Euskadi?

— El hecho de que las administraciones confíen e inviertan en equipamiento fabricado y desarrollado en Euskadi es un factor que ayuda a la competitividad de las empresas, como nosotros que hemos apostado por invertir masivamente en tecnología, capacidad de fabricación, empleo y desarrollo de talento en Euskadi. Estamos muy orgullosos de que nuestras soluciones, I+D+i y fabricación sean 100% “Made in Euskadi”.

Nuestra tecnología es adoptada por urbes como Barcelona, Madrid, Fránkfurt… pero no debemos olvidar que ciudades como Donostia, Bilbao o Vitoria han realizado inversiones en electromovilidad desde hace ya unos cuantos años y confiamos plenamente que va a continuar esta senda.

En Europa hay gente pesimista en relación al futuro del coche eléctrico europeo porque los sistemas digitales son de Estados Unidos y las baterías de Asia, básicamente chinas y coreanas. ¿Cómo lo ve?

—Lo importante es el compromiso y el liderazgo que Europa ha mostrado en los acuerdos del COP25 para liderar con el ejemplo su compromiso con la reducción de las emisiones de CO2. Esto va a ir acompañado por políticas que van a sustentar esta transición energética. Los reglamentos europeos para vehículos ligeros ya han establecido objetivos de reducciones de emisiones de cara a 2030 por un valor del 37,5% para automóviles y del 31% para furgonetas. Esto es imparable y va a generar el sustento necesario a la industria europea que esté en disposición de servir las necesidades en tecnología de movilidad eléctrica, baterías y almacenamiento de energía y digitalización.

Irizar-E se centra en el bus urbano pero ¿es factible hoy el autobús de largo recorrido eléctrico o habrá que esperar al hidrógeno?

—El avance en la tecnología que permite mejorar la densidad energética de las soluciones de acumulación permite ser muy optimista sobre la extensión de los aplicativos basados en sistemas de batería eléctrica. Las nuevas generaciones de químicas van a permitir, gracias a la evolución de cátodos en grafito y electrólitos en estado sólido, alcanzar rangos impensables hasta hace escasamente unos años.

Por supuesto, dentro de la diversificación tecnológica del Grupo Irizar y la necesidad de tener plataformas multi-energéticas, el campo del hidrógeno va a ser sustancial y clave estratégicamente en nuestros nuevos desarrollos.

¿Qué hacemos con las baterías al final de su proceso en vehículos, se reciclan, se pueden reutilizar?

—Hablamos siempre de los nuevos ejes económicos y no podemos olvidar el eje de la economía circular. Nuestros diseños y soluciones tienen que ser capaces de responder a los paradigmas que nos plantemos en este siglo XXI relativo al reciclaje, segunda vida y mejor utilización de nuestros recursos naturales.

Es por ello que desde Irizar e-mobility hemos apostado por ofrecer una segunda vida a las baterías, gracias a un acuerdo de colaboración con Ibil que permite la reutilización de las unidades de almacenamiento para el uso en las infraestructuras de carga que Ibil está desarrollando. Esto es un claro ejemplo de escenarios colaborativos que tenemos que acometer conjuntamente entre instituciones y organizaciones privadas en Euskadi para robustecer nuestra ventaja competitiva.

Considera que la tecnología para el vehículo eléctrico está lo suficientemente madura para sustituir a los de combustión o todavía el excesivo peso de las baterías, su relativamente escasa autonomía, el excesivo tiempo de recarga y la depreciación de las baterías impide un rápido desarrollo?

—Hace unos años se consideraba impensable que pudiera haber monopatines, bicicletas eléctricas, motos eléctricas, etc. y si alguno hubiera dicho que iban a ver circular autobuses articulados de 18 metros y 30 toneladas con cero emisiones en nuestras ciudades hubiera sido considerado como un soñador. Actualmente, Irizar e-mobility es capaz de dar a sus clientes soluciones que optimizan el coste total de propiedad (TCO) y que nos sitúa a niveles de las tecnologías de combustión. Como explicaba anteriormente, la aceleración en la tecnología de densificación energética de las celdas de potencia no va a hacer más que ampliar la ventaja competitiva del uso de la electromovilidad en patrones de desplazamientos en ciudad y periferia.

En sistemas de recarga, tanto en autobuses como en coches, ¿se tiende hacia una única solución tecnológica estandarizada o habrá enchufes y sistemas diferentes por bastante tiempo?

—Efectivamente, uno de los movimientos más importantes que se están dando es la estandarización de los sistemas de carga. Y en este ámbito Irizar e-mobility, junto con Jema Power (empresa del Grupo Irizar), está trabajando en la integración de todas las normativas de interoperabilidad que se están diseñando actualmente.

“La transformación digital y la energética van a ser los vectores de inversión y creación de empleo”

“Irizar e-mobility ha apostado por el talento local y el desarrollo de tecnología propia, aquí en el País Vasco”

“Que las administraciones confíen en equipos Made in Euskadi ayuda a la competitividad empresarial”