El Movimiento de Pensionistas ha criticado que el Gobierno vasco haga "una valoración autocomplaciente" de la gestión de la crisis sanitaria en Euskadi "a pesar de los resultados desastrosos en fallecidos" y ha exigido dar un giro al modelo socio sanitario para superar las deficiencias evidenciadas.

En una nota, esa organización ha analizado la reunión que mantuvo con el departamento de Salud del Gobierno vasco el pasado 26 de junio, junto al viceconsejero, Iñaki Berraondo y el coordinador de Atención Socio Sanitaria, José Antonio de la Rica.

Los pensionistas esperaban "recoger la información" que por escrito había solicitado con el objetivo de "hacer un diagnóstico de lo sucedido y tomar medidas para que las consecuencias irreparables de esta crisis sanitaria no vuelvan a suceder por una actuación improvisada".

Salud les ha explicado que "lo imprevisto de la situación había hecho que prácticamente ningún país estuviera en condiciones de hacer frente a la crisis sanitaria" y que "nadie que lo haya necesitado ha quedado excluido del acceso a la atención sanitaria especializada ni a las UCIs y no ha habido protocolos discriminatorios con las personas mayores".

El Gobierno Vasco añadió, según los pensionistas, que "se han realizado PCRs a todas las personas residentes y trabajadoras de las residencias y que desde la primera semana de abril (marzo se caracterizó por el desabastecimiento) todos los centros disponían de los EPIs, mascarillas y guantes necesarios".

Sobre la información recibida, el Movimiento de Pensionistas ha opinado que el Gobierno vasco "hace una valoración autocomplaciente a pesar de los resultados desastrosos en fallecidos", con casi 1.600 muertos y cerca del 100% de ellos mayores de 60 años, y más de 600 con coronavirus testado en residencias, y a pesar también "de las desastrosas consecuencias económicas de la pandemia".

Esa reflexión, "deja abierta la puerta a que con motivo de la crisis se decidan más recortes" y " que los cargos públicos eludan sus responsabilidades" sobre lo ocurrido.

Además, han denunciado que la información recibida "es insuficiente para hacer un diagnóstico efectivo y de calidad", y "no analiza las evidentes deficiencias del sistema sanitario" ni "por donde habría que caminar para mejorar el sistema sanitario y de atención a la dependencia".

"A día de hoy seguimos sin disponer" datos sobre las personas mayores en las residencias y su acceso a servicios sanitarios especializados, que deberían facilitar las Diputaciones Forales, han dicho.

A su entender, "no se han hecho a tiempo las inspecciones necesarias en los centros residenciales" ya que, según indicó Salud, comenzaron el 9 de abril cuando habían fallecido el 30% o 40% de las personas afectadas.

Han lamentado que el Gobierno vasco "no considera relevante el indudable impacto negativo de las privatizaciones y recortes producidos en sanidad y servicios socio sanitarios" que "han contribuido a que la contención haya sido más difícil y a que los efectos irreparables de la pandemia hayan sido mas dolorosos y trágicos", han opinado.

Por ello, los pensionistas han reclamado que, con "urgencia" un "giro de 180 grados al actual modelo residencial y, en general, de la atención a la dependencia, cada vez más vinculada a intereses privados y financieros, con el apoyo de los responsables políticos".

También han pedido acordar un plan de contingencia que no sea sólo de acopio de materiales, sino también de inspección y la interrelación con asistencia primaria y hospitalaria, para que nuevos rebrotes o nuevas crisis sanitarias no ocasionen las consecuencias que está teniendo el Covid19.