Pensionistas vascos se han concentrado nuevamente este mediodía en Bilbao, donde han exigido a los partidos políticos que concurren a las elecciones del 12 de julio "respuestas" a sus demandas y que se comprometan con sus reivindicaciones.

La concentración se ha desarrollado frente a las escalinatas del Ayuntamiento de Bilbao con la participación de alrededor de 500 personas, según sus organizadores, guardando la preceptivas medidas de seguridad.

Una de las portavoces de este colectivo Andrea Uña ha señalado que están preparando una mesa de partidos para el próximo 7 de julio en Arrupe Etxea y han remitido cartas a todas las formaciones políticas vascas con representación en el Parlamento vasco.

Uña ha recordado que empezaron a movilizarse el 15 de enero de 2018 y, solo que han logrado "algunas pequeñas mejoras", pero el grueso de sus reivindicaciones sigue pendiente, como también "las promesas realizadas en procesos electorales que están siendo incumplidas por los Gobiernos".

Por ello, creen que los políticos deben "dar una respuesta" y comprometerse con sus reivindicaciones como los 1.080 euros de pensión mínima, una subida garantizada a todas las pensiones al menos del IPC, pensiones de viudedad con el 100%, no penalización de las jubilaciones anticipadas con 40 años cotizados o complementar por parte del Gobierno vasco las pensiones mínimas hasta 1.080 euros.

"Engrosar la caja de la seguridad social para el mantenimiento de las pensiones de hoy y del futuro exige, entre otras medidas, un SMI de 1.200 euros, empleos de calidad dignamente remunerados, acabar con la precariedad y el desempleo que afecta principalmente a jóvenes y mujeres, tomando medidas efectivas para eliminar la discriminación laboral y salarial de estas", ha añadido.

Los pensionistas han indicado que, para mejorar las pensiones, el empleo y los salarios es "imprescindible" la derogación inmediata de la reforma laboral de 2010 y 2012 y los aspectos regresivos de las reformas de pensiones de 2011 y de 2013.

Junto a todo ello, han demandado garantizar el sistema público de seguridad social basado en la creación de empleo de calidad. "Hoy más que nunca es imprescindible un reparto equitativo de la riqueza, básico para cualquier alternativa de reactivación económica", han añadido.

Por ello, han indicado que la salida a la crisis sanitaria y económica "no son ni recortes de servicios, ni reducción de salarios y pensiones", sino que se requiere "una profunda reforma fiscal que termine con los privilegios de las rentas de capital, la economía sumergida, los paraísos fiscales y el fraude empresarial; un sistema tributario progresivo en función de los ingresos y la riqueza y que grave los movimientos especulativos de capital".

Por último, han señalado que el movimiento de pensionistas de Euskadi Navarra seguirán con las movilizaciones hasta conseguir con sus reivindicaciones, aunque tras las elecciones del 12 de julio decidirán si la paralizan durante las dos últimas semanas de julio y agosto.

Asimismo, han denunciado que la pandemia ha puesto al descubierto, con su secuela de fallecidos y contagiados, las "graves deficiencias" del sistema sanitario, en especial de la atención a las personas mayores en residencias o en casa.

Por ello, han exigido al Gobierno vasco y a las diputaciones forales, "de una vez por todas una información veraz y clara de todo lo sucedido", además de una red pública y universal de servicios socio sanitarios de atención a la dependencia integrada en Osakidetza y aumentar en proporción al PIB la inversión en sanidad pública. También han demandado un plan con objetivos y plazos para "revertir los recortes y la privatización de servicios", así como mejorar las condiciones de trabajo, eliminar las sobrecargas de trabajo y mejorar la calidad de los servicios.