UPERADOS los momentos más duros del azote del coronavirus, la actividad vuelve a aflorar en las calles y sectores económicos, pero envuelta en extremas medidas higiénicas que debe observar la población. Lo que puede parecer un engorroso proceso para los comerciantes a la hora de someter a esa limpieza profunda a sus mercancías, queda simplificado con un "planchado en horizontal o vertical y los golpes de vapor, a más de 150 grados, que penetran en todos los tejidos de la prenda, garantizando su total desinfección en poco más de medio minuto y sin originarla ningún daño". Así resume Iñaki Castresana, responsable de organización de SDA Factory, la histórica Ufesa, el funcionamiento y especificidades de la revolucionaria plancha Di4 lanzada al mercado internacional por esta firma alavesa. Se trata de un producto que satisface las necesidades y aporta tranquilidad a la hora de eliminar por completo cualquier resto del covid-19 que pudiera estar entre los hilos de alguna prenda.

Esta plancha se presenta como el aliado perfecto para el sector comercial a la hora de tener totalmente desinfectadas todas sus mercancías en cuestión de segundos, frente a otros procesos de higienización de prendas que requieren una cuarentena de hasta 48 horas, antes de volverlas a colgar en los locales. "Evita que parte de su stock de algunas tallas concretas y bastante demandadas desaparezcan por este motivo de desinfección y estén siempre a la vista de los clientes", remarca el responsable de SDA Factory. Algo que contrasta con la complejidad y laboriosidad de otras recomendaciones de las autoridades sanitarias que aluden a la necesidad de someter a la ropa a procesos de lavado a 60 grados centígrados, con el riesgo que por el camino puedan encoger y quedar inservibles porque no todos los tejidos aguantan esas temperaturas tan elevadas.

Su uso va mucho más allá de este sector concreto del comercio y así lo reflejan las múltiples llamadas que está recibiendo la centralita de la empresa gasteiztarra por parte de ciudadanos particulares, trabajadores sanitarios, entidades deportivas o integrantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que han demandado información sobre las virtudes del electrodoméstico. La cadena de ensamblado trabaja a pleno rendimiento para hacer frente a la demanda de pedidos que ha generado la llegada al mercado de esta plancha contra el coronavirus. Sin embargo, sus responsables atisban un largo recorrido en el mercado de su producto más allá de está época de pandemia.

Anteponen esa "tranquilidad" que aportan los golpes de vapor ante el cambio de mentalidad colectiva que ha dejado como herencia el covid-19. Es por ello que esa función de "desinfección o higienización siempre ha sido el pilar adicional que hemos añadido a nuestros productos", explica haciendo alusión a la trayectoria iniciada en 1977 con una marca emblemática como Ufesa.