- El sector del automóvil se ha puesto en marcha pero al ralentí. No sólo en el Estado español, sino en todo el continente europeo. Y ello incide, y no de forma positiva, en importantes empresas vascas como Gestamp, CIE Automotive, Teknia, Grupo Mondragón, etcétera que son primeros espadas en el mundo de la fabricación de componentes para la automoción. La asociación empresarial que agrupa a estas compañías y al 85% del sector en el Estado español, Sernauto, analiza por boca de su director general José Portilla, la complicada situación derivada de los efectos de la pandemia del coronavirus en un sector clave en la economía de Euskadi. Todo ello partiendo de una premisa básica tal y como ha señalado esta semana la presidenta de la asociación María Helena Antolín: "Hay que conseguir que los consumidores vuelvan a interesarse por el automóvil, si no hay demanda, no se van a fabricar coches. Sin coches, no se producen piezas para ellos". En este sentido, estos días pasados el Gobierno español ha puesto en marcha el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, valorado "positivamente" por Sernauto, ya que es "fundamental" que el Gobierno español defina con el sector una "estrategia país" que recoja planes de actuación y líneas de financiación específicas para promover el desarrollo tecnológico y la innovación de las empresas de componentes.

"Es imprescindible contar con un plan país para el sector automoción que reúna a todos los actores implicados y que nos permita mantener los niveles de empleo y competitividad de nuestras empresas, tal y como se está haciendo en Alemania, Francia o Reino Unido", afirma el director general de Sernauto, José Portilla.

¿Qué peso tiene la industria de automoción en el País Vasco, en particular, y en España, en general?

—El sector de automoción, en su conjunto, representa el 10% del PIB y el 9% de la población activa. España cuenta con una industria de fabricación de componentes muy sólida, competitiva e innovadora, que factura unos 37.000 millones de euros anuales, proporciona empleo, tanto de forma directa como indirecta, a más de 370.000 personas y aporta fiscalmente a las arcas públicas más de 5.000 millones de euros cada año. Además, se trata de uno de los sectores que más contribuye positivamente a la balanza comercial. La cifra de exportaciones españolas de componentes superó en 2019 los 20.750 millones de euros. En relación a Euskadi, el sector de automoción tiene un peso muy relevante dentro de la economía vasca, representando alrededor del 28% del PIB. El País Vasco es una de las comunidades autónomas con mayor concentración de empresas fabricantes de componentes para el área de automoción.

¿La industria vasca y española de componentes es un referente internacional?

—Efectivamente, la industria española de componentes goza de un liderazgo mundial gracias a su alto grado de internacionalización y de capacidad tecnológica. En Europa somos el cuarto productor de componentes. Los proveedores de componentes españoles están presentes físicamente en más de 25 países y exportan sus productos a más de 170 países.

¿Ello implica que el sector es competitivo a nivel global?

—Sí. Por supuesto. Tras más de seis décadas de integración de la cadena de valor, la industria de componentes se ha ganado un puesto muy relevante a nivel internacional. En la actualidad, los proveedores españoles son socios estratégicos de fabricantes de vehículos y distribuidores de recambios de todo el mundo. Y esto ha sido posible gracias a dos palancas fundamentales: la expansión internacional (estamos presentes en los cinco continentes) y la fuerte apuesta por la I+D+i. Los proveedores invierten en este área de innovación más del 4% de su facturación, lo que es el triple de la media industrial en el país.

¿Cómo está la actividad de la industria de componentes en estos momentos? ¿Se está recuperando la actividad?

—Desde el 13 de abril, el 90% de los proveedores de automoción instalados en nuestro país han ido reiniciando su actividad industrial de una forma escalonada y gradual. El 10% restante lo están haciendo a lo largo del mes de mayo. Hay que decir que un 16% de las compañías mantuvieron cierta actividad durante el parón, ya que cumplían con los supuestos establecidos en el Real Decreto-ley 10/2020. El reinicio de la actividad está siendo gradual y lento y en función del avance de la actividad de nuestros clientes, los constructores de automóviles. En las dos primeras semanas (las del 13 y 20 de abril), para casi las dos terceras partes de las empresas la actividad ha sido menor del 40%, y solo un 15% ha tenido actividad superior al 60%.

¿Cuáles son las causas de la menor actividad en estos momentos, la menor demanda, la logística, la falta de equipos de protección, etc?

—Según los datos que hemos podido recabar de nuestras empresas, la principal dificultad con la que se han encontrado las empresas para volver a la actividad ha sido la baja demanda de pedidos (en un 72%), así como la falta de suministros de equipos de protección para sus trabajadores EPIS (45%) y la necesaria reorganización de los puestos de trabajo para cumplir con las normas de prevención y seguridad en el trabajo poscovid-19.

Dada la gran importancia de este sector para la economía, ¿qué medidas consideran que deben adoptar las administraciones para relanzar esta industria e impulsar la modernización del parque? ¿Se precisan planes renove?

—Efectivamente, como se ha demostrado en años pasados, la industria de automoción tiene un papel fundamental como tractor del resto de la economía. De ahí que sea imprescindible poner en marcha ya un plan de choque con medidas urgentes de calado para impulsar la recuperación del sector y del mercado cuanto antes para que la crisis no sea tan acentuada. Esto es precisamente lo que le hemos trasladado al Gobierno español de forma conjunta desde Anfac, Faconauto, Ganvam y Sernauto: un plan con acciones a corto plazo para reactivar la demanda, asegurar la liquidez de las empresas y ahondar en medidas de flexibilidad laboral.

¿Qué se necesita a medio plazo para asegurar el futuro de este sector industrial?

—A medio plazo, proponemos también abordar un cambio en la fiscalidad del automóvil y poner en marcha diferentes medidas para el impulso de la inversión y la Industria 4.0. Sin duda, la renovación del parque automovilístico español es una medida esencial, no solo para la seguridad vial sino también para la reducción de emisiones. Y en este sentido, en línea con la Unión Europea, se deben promover todas las tecnologías que sean más eficientes, desde diésel y gasolina más eficientes y avanzados, gas y pila de hidrógeno a electrificados en todas sus variantes.

El sector del automóvil está, o estaba, en una encrucijada en Europa con la irrupción del coche eléctrico y las nuevas formas de movilidad compartida. Ahora el debate sobre ciertas tecnologías como el diésel no ayuda.

—Llevamos varios años inmersos en una situación de incertidumbre que no beneficia a nadie. Efectivamente, desde las administraciones públicas se debe dar información cierta y con conocimiento que generen esa confianza en los ciudadanos para seguir avanzando y progresando como sociedad.

¿Están comprometidos con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera?

—Sí. Sin duda alguna. El sector de automoción está comprometido con la descarbonización y la movilidad sostenible. Buena parte de la inversión en I+D+i que hacen nuestras empresas asociadas va destinada a este fin. Es importante saber que actualmente todas las tecnologías que vemos en los vehículos que se venden en los concesionarios aportan a este fin y suponen mejoras sobre la generación precedente.

¿Qué perspectivas maneja el sector de componentes para automoción de ventas para este año en curso?

—Respecto a la facturación en el primer trimestre del año, para el 44% de los proveedores esta ha sido un 10% inferior a lo estimado y para el 39% de las empresas entre un 10 y un 20% inferior. En cuanto a la previsión de cierre de año, consideramos que la facturación será entre un 20% y un 40% en el peor de los escenarios, inferior a lo presupuestado. Una auténtica debacle.

¿Es consciente Europa de la importancia del automóvil y de la amenaza china con las baterías?

—Sí. Europa es consciente de la importancia de la industria de automoción. No obstante, en ocasiones, a la hora de legislar, se debería tener más en cuenta las consecuencias que las decisiones políticas pueden tener desde un punto de vista integral. Abogamos por que se acelere la toma de decisiones en el seno de la UE, y más en un momento tan crítico como el que se encuentra el sector de automoción en su conjunto en Europa.

Que ahora el sector tenga como interlocutores a varios ministerios, Industria, Movilidad, Transición... ¿complica las cosas?

—Como asociación, estamos acostumbrados a mantener relaciones con todo tipo de interlocutores. Nuestro sector aporta en múltiples cuestiones y ello hace que tengamos inquietudes en diferentes ámbitos desde el industrial, medioambiental, digital, movilidad y transportes€ Nuestra labor es estar cerca de las administraciones para poder aportarles nuestro conocimiento y experiencia del sector, con la vista puesta en el interés general. Existen cuestiones transversales que afectan a diferentes ministerios, y es natural que debamos abordarlos de manera conjunta con varios de ellos.

"La facturación de las compañías del sector puede caer hasta un 40% este año y ello sería una verdadera debacle"

"La industria ligada a los componentes del automóvil factura más de 37.000 millones de euros anuales en España "

"Europa es consciente de la importancia de la automoción, pero al legislar se deberían tener más en cuenta las consecuencias"

"El País Vasco es uno de los territorios con mayor concentración de empresas fabricantes de componentes de automoción"