Es seguro que el paro está creciendo con fuerza en abril a causa del coronavirus. El incremento exacto del mes se conocerá el próximo 4 de mayo, aunque ayer el director de Lanbide, Borja Belandia, dejó entrever que la subida va a ser cuanto menos parecida a la de marzo, que fue de 11.000 desempleados. Belandia, al valorar la última encuesta de Eustat y casi por error, indicó que el paro está otra vez en niveles del inicio de la legislatura (finales de 2016), lo que supondría cerca de 140.000 vascos sin trabajo.

Es decir, el número de parados habría crecido en unos 10.000 entre el 1 y el 23 de abril con lo que, sumando el incremento de marzo, la pandemia deja 21.000 desempleados más en apenas 40 días.

La primera conclusión, más allá de las cifras, es que lo ocurrido en marzo fue solo un primer golpe al empleo. Quedan malas noticias por venir. La tesis de que "lo peor ha pasado" en términos laborales que sostiene -ayer lo volvió a hacer el ministro de Trabajo- el Gobierno de Pedro Sánchez está en entredicho, al menos en Euskadi. Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las ayudas han amortiguado la pérdida de puestos de trabajo en algunos casos, pero no ocurre así entre los colectivos más vulnerables, en especial autónomos y personal eventual.

Solo en la segunda mitad de marzo se perdieron en Euskadi 26.000 afiliados a la Seguridad Social, de los que una parte importante no han pasado a engrosar la lista del paro hasta una vez iniciado el mes de abril (unos por estar disfrutando de las vacaciones correspondientes al contrato y en otros casos por un mero retraso en realizar la solicitud). Eso explica que el paro subiera en marzo de forma relativamente suave en comparación con la bajada de afiliación y contribuye a que el varapalo en abril sea mayor.

Según lo avanzado ayer por Belandia el número de parados vascos sería a día de hoy de unos 138.000 (ese era el dato en noviembre de 2016, cuando arrancó esta legislatura), unos 10.000 más que a cierre de marzo, si bien la subida será con toda probabilidad mayor a fin de mes. Sera el 4 de mayo cuando se conozca el que será el primer balance mensual condicionado completamente por la crisis sanitaria del covid-19. En cuanto al medio plazo hay un cierto consenso en que tanto mayo como junio seguirán presentando datos de empleo negativos ante la delicada situación que atraviesan hostelería, comercio y turismo en general. A partir de entonces se iniciaría una recuperación.

El Gobierno vasco confía en que ya en el arranque del próximo año se puedan recuperar sensaciones positivas también en el apartado del empleo. El consejero de Economía, Pedro Azpiazu, mostró ayer su confianza en que la tasa de paro de Euskadi baje del 10% en 2021, una barrera que se va a romper ya esta misma primavera y que, tras alcanzar un 14% en este segundo trimestre, cerrará el año en el 11,4%, según las previsiones de Lakua

En referencia a la encuesta laboral del primer trimestre hecha pública ayer por Eustat, el parón de la actividad hace emerger en las estadísticas una figura nueva a caballo entre el paro y el empleo. Se trata de personas con un contrato en vigor pero que, bien por sufrir un ERTE u otros motivos como estar de baja o haber adelantado las vacaciones, no se encuentran trabajando. En la última semana de marzo estaban en esta situación casi cuatro de cada diez ocupados vascos, según Eustat, que destaca este dato como uno de los indicadores que, a medio plazo, más daño pueden hacer al mercado de trabajo.

El desglose por semanas permite ver cómo este colectivo de ocupados que no trabajan va creciendo a medida que avanza marzo hasta multiplicarse por siete a finales de mes con el 36,6% de los trabajadores, unos 350.000. En líneas generales el balance global de los tres primeros meses de 2020 no es del todo malo debido a que enero y febrero compensan parcialmente la caída del empleo en la segunda mitad de marzo. El saldo final es de 3.500 puestos de trabajo menos y 4.900 parados más, si bien ninguna de las dos cifras refleja la magnitud del retroceso sufrido por el mercado laboral vasco una vez estalla la crisis del coronavirus. Será la encuesta del periodo abril-junio la que sí refleje mejor cuál es la situación en que la pandemia deja al mercado laboral vasco.

21.000

personas aproximadamente se han quedado sin empleo en Euskadi en los últimos 43 días, desde la declaración del estado de alarma hasta el día de ayer. Son los datos que maneja en estos momentos Lanbide, que mide el paro registrado y que no coincide generalmente con la estadística de Población en Relación a la Actividad (PRA).

Reactivación. Las previsiones del Gobierno vasco apuntan en todo caso a una recuperación gradual del empleo a medida que se reactive la economía. De modo que el año finalizaría con una tasa de paro del 11,4% y 17.000 puestos de trabajo menos. Eustat contabilizaría en ese caso 114.000 desempleados.

183.160

El número de trabajadores afectados en Euskadi por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) creció ayer en 2.884 en relación a los datos ofrecidos el miércoles por la consejería vasca de Trabajo, y suman 183.160 empleados.

Territorios. De este modo, ya se han presentado 26.058 ERTE, 154 más que la cifra facilitada el miércoles. Por territorios, en Bizkaia se han presentado 13.337 expedientes, que afectan a 88.387 trabajadores; en Gipuzkoa 8.963 ERTE, con 57.792 trabajadores afectados; y en Araba 3.758 expedientes, que incluyen a 36.981 trabajadores.

"Si aunamos esfuerzos, en 2021 podemos consolidar la tasa de paro al nivel de mediados de marzo"

Consejero de Hacienda y Economía

"Seguimos en un túnel y no sabemos cuándo tendremos luz para poder evaluar los daños"

Director geneal de Lanbide