bilbao - El tejido económico y científico vasco fue protagonista ayer de la jornada de la Cumbre del Clima COP25 de Madrid. Una delegación vasca compuesta por los clústers, los centros tecnológicos y directivos de empresas analizaron junto al Gobierno vasco el posicionamiento de Euskadi ante el reto de la transición ecológica, un reto que se asume por convicción, pero en el que también hay oportunidades para crecer.

La movilidad sostenible, las energías renovables, las redes eléctricas inteligentes y la digitalización son algunas de las bases sobre las que se sustenta la transformación de los sistemas de producción en el camino hacia una economía más limpia. Y la conclusión de ese examen fue muy positiva. La CAV no solo está bien posicionada en esos campos con empresas líderes en algunos casos a nivel mundial, además existe todo un ecosistema empresarial con capacidad para aprovechar las oportunidades que va a generar los próximos años la búsqueda de un modelo verde de desarrollo.

La colaboración entre agentes públicos y privados es una de las claves del proceso. En ese contexto, el Gobierno vasco reunió en Madrid a los clústers de automoción, aeronáutica, industria medioambiental y energía; los centros tecnológicos agrupados en Basque Research & Innovation Alliance (BRTA) y a empresas referencia de la economía vasca. La cita, presidida por la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, contó también con la presencia de representantes de la Agencia vasca de Desarrollo Empresarial (SPRI) y del Ente Vasco de la Energía (EVE). Al término del encuentro, el Ejecutivo informó de algunas de las lecturas compartidas. Entre ellas, la certeza de que los retos de futuro del sistema energético vasco también “suponen una oportunidad de crecimiento” para el tejido industrial y de que el cambio de modelo “vendrá de la mano de voluntad política, pero también de soluciones tecnológicas innovadoras que hagan posible el cambio de paradigma”.

estrategia energética vasca Durante la apertura de las jornada, la consejera Arantxa Tapia, destacó la apuesta de la economía vasca por el salto a un nuevo modelo sostenible. Del mismo modo, remarcó que los objetivos fijados en la Estrategia Energética 2030 y desarrollados por el EVE “están en total sintonía” con las directrices establecidas por Bruselas.

Posteriormente se expusieron los resultados de la reflexión conjunta en dos mesas redondas en la sede principal de la COP25. En la primera, se analizaron precisamente las oportunidades de negocio de la transición energética de líderes vascos en energías renovables como son Iberdrola y Siemens Gamesa. El clúster de la Energía llevó la voz de las pymes que forman las cadenas de valor de esas dos multinacionales, y la ingeniería Krean del Grupo Mondragón completaron la ponencia.

En el segundo panel, se abordaron las oportunidades para el desarrollo industrial en el marco de la movilidad sostenible, con aportaciones de empresas vascas referentes internacionales en aeronáutica (ITP Aero), automoción (Gestamp), equipos eléctricos y electrónicos (Ingeteam) y tecnologías de recarga para el vehículo eléctrico (Ibil). La consejera Arantxa Tapia también participó en otra mesa redonda internacional sobre las Smart Cities, en la que expuso “la singularidad, el compromiso y el potencial del ecosistema industrial y tecnológico de Euskadi para responder a los retos del cambio climático”.

Tapia presentó a Euskadi como “un país con un equilibrio social y territorial”, que asume este reto como prioritario dada su apuesta por el desarrollo sostenible, desde el punto de vista económico, social y medioambiental. La consejera añadió que, teniendo en cuenta “la sólida trayectoria industrial de Euskadi, apoyada en un ecosistema tecnológico de referencia internacional, el reto climático abre una oportunidad al tejido empresarial para la generación de productos y servicios basados en nuevas tecnologías”.