bilbao - Un extrabajador de la antigua fábrica Patricio Echeverria de Legazpi, en Gipuzkoa, ha fallecido a consecuencia de la asbestosis contraída por exposición al amianto, según denunció ELA.

El sindicato recuerda que el Juzgado de lo Social número 1 de Donostia ya le había concedido la incapacidad permanente absoluta derivada de enfermedad profesional, considerando como empresas sucesoras de Patricio Echeverria y, por ello, responsables de la exposición a amianto a CIE Automotive y Sidenor Aceros Especiales.

Según informó el sindicato, el fallecido trabajó durante 24 años en la planta de la empresa situada en Legazpi, ocupando el puesto de cucharero, y encargándose de colar el acero fundido y de reparar y rehacer las cucharas cuando se deterioraban.

La sentencia, dictada antes del fallecimiento del trabajador y que no es todavía firme al haber sido recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por las empresas, declaró probada su exposición a amianto en base al informe de Osalan de septiembre de 2017, por el que posteriormente se le incluyó en el fichero de trabajadores expuestos de Euskadi.

hasta 1984 ELA apunta que en ese informe “se constataba que la empresa importaba amianto desde los años 60 hasta que se dejó de emplear en 1984, reconociendo como tal la capa blanca que iba fijada contra la chapa del horno o cuchara, que los trabajadores manipulaban sin reparo porque desconocían su peligrosidad”.

El sindicato lamenta que este fallecimiento “nos sitúa de nuevo, en toda su crudeza, ante el drama de las enfermedades profesionales derivadas del contacto con amianto, un fenómeno creciente y de dimensiones casi pandémicas derivado, todo ello, de un insuficiente control público y de la falta más absoluta de medidas de seguridad por parte de las empresas durante el pasado siglo XX”.

El sindicato trasladó sus condolencias a la familia y allegados del fallecido y exigió a las empresas que “actúen con responsabilidad y desistan de una vez por todas en prolongar innecesariamente la vía judicial, que no sirve más que para agudizar el sufrimiento de las personas afectadas y revictimizarlas”, al tiempo que reclamó a las instituciones “que asignen los recursos suficientes para garantizar de manera efectiva el derecho a la salud de la clase trabajadora”.

El año pasado murieron 39 trabajadores en Euskadi por contacto con amianto, según los datos de la asociación vasca Asviamie, que asegura que las cifras reales de fallecidos son mucho más altas, pero muchos casos no salen a la luz porque “hay una política de ocultación muy grande”. - DEIA