ES una propuesta innovadora en la que el principal objetivo es obtener unos resultados con una calidad indiscutible. Berba es el nombre de la plataforma que ofrece servicios de traducción de una manera rápida, en multitud de idiomas y con traductores contrastados. Esta idea fue la que se alzó con el primer puesto de la segunda edición de Biscay Bay Startup Campus y la mención de DEIA como propuesta comunicativa.

Y el punto de arranque de Berba llegó como si se tratara de un regalo navideño. “Con el desarrollo de la idea de lanzarme a hacerla y qué cosas se podían mejorar, me puse en serio me puse el 6 de enero de 2019 tras una conversación con mi hermano después de comer el roscón”, explica Thomas Trincado, CEO de Berba. Antes de llegar al Día de Reyes, Trincado llevaba dando tiempo vueltas a la posibilidad de sumergirse en un proyecto que solucionara los “problemas que encontraba durante años que he sido traductor y usuario”. “Vi muchas oportunidades de mejorar en la industria”, asegura este joven que comenzó a buscar un equipo con “ganas de emprender”. Y lo encontró en Diego Andrés, Marguerite Halley y Beñat Espiña. Los cuatros son los ejes fundamentales sobre los que se asienta Berba, palabra en euskera.

La complementariedad de las destrezas de Trincado, Andrés, Halley y Espiña se refleja en el desarrollo experimentado en la plataforma en la que han puesto todos sus esfuerzos. “Tenemos la habilidad de traducir hasta 52 combinaciones de idiomas”, precisa el CEO quien reseña que “cada combinación tiene especificaciones destinadas a textos técnicos, legales...”.

Más allá del número de idiomas que puedan alcanzar a traducir, Berba se distingue por la “calidad” que imprime a sus textos. “Una de las cosas que tenemos que mejorar es el proceso de validación de traductores. Al principio cuentas con la gente porque te fías de ella pero empiezas un proceso de validación”, explica Trincado sobre los traductores que colaboran con Berba. Esa comprobación de sus virtudes traduciendo textos se realiza “entre la comunidad de traductores” que se encuentra en torno a 700 personas y de los que “el 40% están validados”. Sin embargo, al ser una empresa en pleno despegue la contraprestación económica que reciben por sus versiones de textos no les permite dedicarse en exclusividad a esta actividad. “Nuestra plataforma está planteada como un extra para el traductor”, ratifica Trincado.

Una vez llega el pedido para una traducción, sale “a subasta” entre los traductores que se encuentran repartidos por todo el mundo. “Siempre premiamos a los mejores que se obtienen a través de calcular siete coeficientes como la calidad de sus textos o la satisfacción del cliente en trabajos anteriores”, detalla el CEO que comenta que en esa puja se ofrece en primer lugar “a los diez primeros y así sucesivamente. En un plazo de 12 horas se lo has ofrecido a 120 traductores pero normalmente al de dos horas ya ha pujado alguien”. La rapidez con la que dan respuesta (“un día para un texto de 3-4 páginas”) se debe a que “no estamos restringidos por la zona horaria y tenemos, por ejemplo, traductores de euskera castellano en Estados Unidos”. Para esas versiones de textos en otros idiomas, “partes de la traducción se asignan a máquinas si un segmento” se ha traducido de la misma manera en numerosas ocasiones.

Futuro La continuidad de Berba apunta hacia tres direcciones como señala Diego Andrés, el responsable de Marketing de la empresa. “Estamos centrados en empresas de tamaño medio que tengan visión internacional, que estén en procesos de internacionalización. También en startups como nosotros que tengan un volumen de facturación considerable y necesidades de marketing y traducciones. Y en marcas de consultoría que tengan que traducir manuales o reportes anuales”.

Tres vías por las que intentan “internacionalizarse” para continuar creciendo y mejorando sus perspectivas de desarrollo. Y, sobre todo, seguir defendiendo un trabajo “difícil de replicar” porque “el lenguaje humano es una de las cosas más complejas” de reproducir fielmente.