BILBAO. El director de la Autoridad Portuaria, Carlos Alzaga, ha destacado en una visita a las obras el "esfuerzo técnico" que se ha realizado para acometer unas obras "complejísimas", que permitirán ganar al mar 360.000 metros cuadrados de superficie y estabilizar el sector norte de la antigua cantera.

La Autoridad Portuaria de Bilbao licitó conjuntamente ambas obras, la primera fase del Espigón Central y la estabilización de la antigua cantera, por 125 millones de euros y adjudicó los trabajos a la UTE formada por Trabajos y Obras (SATO), Construcciones Adolfo Sobrino, y Excavaciones Viuda de Sáinz por 79 millones.

Tras algunas modificaciones técnicas, el presupuesto se ha reducido a 74 millones de euros, un 20% financiado por la Unión Europea, de los que unos 8 millones corresponden a los trabajos de estabilización de la cantera y el resto a la primera fase del Espigón Central.

Las obras de esta primera fase del Espigón Central, que una vez concluido contará con 600.000 metros cuadrados, han permitido ganar al mar 360.000 metros cuadrados de superficie y 1.218 metros de nueva línea de atraque, con un calado de 21 metros.

Tras las conclusión de esta primera fase, la Autoridad Portuaria acometerá en el año 2020 las obras de urbanización de los nuevos terrenos que permitirán al puerto, con cerca del 90% de su superficie ocupada, ofertar suelo a nuevas actividades económicas.

Durante las obras del espigón central, que comenzaron en noviembre de 2016 y concluirán en las próximas semanas, se han construido 22 cajones de 25 metros de puntal, 55 de eslora y 17 de manga y se han utilizado 8 millones de metros cúbicos de tierras para los rellenos del muelle.

De ellos, unos 900.000 metros cúbicos ha sido el material sobrante de las tareas de estabilización de la antigua cantera de Punta Lucero para evitar los desprendimientos de rocas ocurridos en los últimos años y que suponían un peligro para los trabajadores de las empresas cercanas.

Para la estabilización de la cantera se ha reperfilado una altura aproximada de 170 metros de la ladera en una superficie de 4 hectáreas, a la que se ha dotado de taludes de 15 metros de altura y bermas de 6 metros de anchura adecuadas para garantizar la seguridad y duración a largo plazo.

Los trabajos, que también concluyen este mes, han incluido 330 voladuras controladas, unas 10 o 15 al mes, y otras obras auxiliares, y han utilizado para el desescombro del material para los rellenos en el espigón central un túnel y dos pozos, como técnica más novedosa y mejora ambiental.