BILBAO - Suma y sigue para CAF, que en lo que va de mes se ha adjudicado contratos por valor de casi 800 millones de euros y ayer anunció su participación en el megaproyecto de la ampliación del tranvía de Jerusalem. La compañía ferroviaria vasca participa junto a la constructora israelí Shapir en el consorcio TransJerusalem J-Net Ltd, que ha sido seleccionado por la autoridad JTMT (Jerusalem Transportation Masterplan Team) como adjudicatario del proyecto del tren ligero de la capital por un importe que supera los 1.800 millones de euros.

El grupo con sede en Beasain precisó en un comunicado que la parte del suministro por parte de CAF alcanza los 500 millones de euros e incluye la fabricación de 114 nuevos tranvías Urbos y la rehabilitación de las 46 unidades actualmente en servicio.

La participación de CAF en este proceso de licitación fue criticada en su momento por el comité de empresa de la compañía, que instó a la dirección a abandonar el proyecto. Los representantes de los trabajadores aseguraron que el proyecto de tranvía planteado para Jerusalén por el Gobierno de Israel había suscitado una “gran polémica internacional” por recorrer territorio palestino para servir a las colonias judías en el Este de la ciudad. El sindicato ELA también se posicionó en el mismo sentido.

Ayer fue LAB quien se mostró muy crítico ante el hecho de que CAF haya hecho “oídos sordos” a la petición realizada por el comité, que se reunirá en las próximas semanas para dar una “respuesta unitaria a esta decisión”.

Características de la línea El proyecto, desarrollado bajo la modalidad PPP (Proyecto Público Privado), contempla además la construcción de 27 nuevos kilómetros de vía, 53 nuevas estaciones y varios depósitos, que engloban tanto la extensión de la actual Línea Roja en 6,8 kilómetros, como la ejecución de la nueva Línea Verde, que contará con 20,6 kilómetros de recorrido. El consorcio seleccionado completará su alcance en el proyecto con el suministro de los sistemas de señalización, energía y comunicaciones, así como con la operación y el mantenimiento de ambas líneas, en el caso de la operación del sistema por un periodo de 15 años, con posibilidad de ampliación, y de 25 años para la actividad de mantenimiento.

Se estima que esas tareas generarán un volumen de negocio en el periodo contratado de aproximadamente 1.000 millones de euros. La mitad de ellos serían para CAF propietario del 50% de la sociedad que gestionará la línea. De modo que la facturación total podría ascender a cerca de 1.000 millones en el caso de la firma vasca. La previsión es iniciar este año el proyecto y que la nueva red se encuentre completamente operativa en 2025.

Lo que ya está claro es que el contrato tendrá una fuerte contestación en casa. No solo por la localización geográfica, también por el hecho de que la compañía guipuzcoana se haya aliado con una constructora israelí. En esta línea, LAB insistió ayer en recordar que el comité pidió a la dirección que abandonara este proyecto que, según esta central, “no respeta la legalidad internacional, ni los derechos humanos”. En esa línea, el sindicato abertzale denunció que se “expropiarán terrenos palestinos para construir el tranvía de Jerusalén y enlazar así el territorio con colonias ilegales”. - DEIA

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