BILBAO - Tres años ha tardado la aceleradora de startup del Gobierno vasco, Bind 4.0, en convertirse en una referencia internacional. La cuarta edición, la del próximo año, contará con más de medio centenar de empresas tractoras -prácticamente todas las grandes corporaciones de Euskadi- y apunta a un nuevo récord de participación de compañías emergentes y lanzamiento de proyectos.

Ese grado de madurez se confirma además con dos novedades, la puesta en marcha de un instrumento de financiación para facilitar el desarrollo de las startup y la apertura del programa a la industria alimentaria. Se completa el círculo con un sector con grandes expectativas de crecimiento y alineando en torno a la iniciativa a los grandes fondos y entidades de inversión vascos o que operan en Euskadi.

La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, el director general de Spri, Alex Arriola, y el viceconsejero de Innovación y Emprendimiento, Aitor Urzelai, presentaron el pasado viernes las claves del nuevo perfil del programa Bind 4.0. El objetivo es dar un salto y completar una iniciativa que también ha mostrado su capacidad para acelerar y avanzar edición tras edición. En esencia, Bind 4.0 pone en contacto a compañías de nuevo cuño de alto nivel tecnológico con grandes empresas, en muchos casos multinacionales, que necesitan inyectar en su ADN el gen de la manufactura avanzada.

Las primeras dan sus primeros pasos fuera de la incubadora, mientras que las segundas afrontan el reto de la industria 4.0. El ejercicio de simbiosis permite a las startup firmar un primer gran contrato con una marca de prestigio y las grandes corporaciones encuentran el agente idóneo para detectar sus carencias y con la agilidad suficiente para resolverlas.

crecimiento exponencial El ecosistema no ha parado de crecer. Las startup candidatas prácticamente se han duplicado. Y el salto en el número de empresas tractoras supone casi multiplicar por cuatro la cifra de 2017.

El esquema implica que, tras un primer cribado por parte del equipo de Spri liderado por Aitor Urzelai, las corporaciones escogen a sus socios entre un listado de unas 150 compañías. De modo que de las más de medio millar de startup presentadas para la edición de este año, algo más de 30 han firmado contratos para desarrollar proyectos. Algunas de ellas repiten, de modo que en estos momentos se están desarrollando 44 iniciativas.

De momento, de cara a la edición del próximo año ya se sabe que las empresas que ejercen de locomotora serán 53, tras acceder al programa 13 nuevas compañías. No necesitan presentación: Iberdrola, Mercedes, Siemens Gamesa, Petronor, Euskaltel, Maier, CAF, Gestamp, CIE Automotive, por citar algunas, ya han probado Bind 4.0. Y las adhesiones de cara a la próxima edición refuerzan el modelo. Para explorar el nuevo segmento de la alimentación se contará a partir de ahora con Eroski, Uvesco, Coca Cola, Unilever, Angulas Aguinaga, Okin y Natra. En el resto de actividades -manufactura avanzada, energía y salud- se incorporan Ferrovial Servicios, EDP, AVIA, SNA Europe, grupo Sarralle y Hettich.

La mayoría de los proyectos se centran en actuaciones relacionadas con el Internet de las cosas, big data, manufactura aditiva o ciberseguridad. Además, se exploran cuestiones como la realidad aumentada, la inteligencia artificial, la robótica o la recarga de energía. Básicamente las líneas de desarrollo impulsadas por las nuevas tecnologías.