bilbao - La Semana Santa ha dado un empujón al mercado laboral vasco, que sigue mejorando sus números y se acerca a los niveles anteriores a la crisis. Con la hostelería a la cabeza, Euskadi recupera 2.800 afiliados a la Seguridad Social en abril y sitúa en positivo el balance de empleo en lo que va de año. El volumen actual de cotizantes vascos está a solo 20.000 del máximo histórico alcanzado en verano de 2008. En abril el número de parados baja en 2.300 hasta un total de 115.600, un nivel similar al del inicio de 2009.

Se esperaba un buen mes para el empleo teniendo en cuenta el efecto de la Semana Santa, que siempre ejerce de motor en las actividades más ligadas al turismo. Sin alardes -en 2018, con las fiestas a caballo entre marzo y abril, Euskadi sumó en el cuarto mes del año 2.000 nuevos empleos-, el mercado laboral anota un buen resultado gracias sobre todo a la hostelería, el comercio y el transporte, que suman juntos más de la mitad de los nuevos trabajadores del mes.

Aunque la mayor parte del empleo que se genera en abril se concentra en los servicios, la industria y la construcción mantienen el tono con alrededor de un centenar de nuevos afiliados a la Seguridad Social en cada caso. Es un pequeño paso en estos dos sectores pero que supone un ingrediente positivo en un mes marcado por las malas condiciones de trabajo que rodean al turismo. El avance tiene aun más valor teniendo en cuenta que hace meses que se prevé un frenazo de la actividad económica que puede afectar especialmente a la industria.

La consejera vasca de Empleo, Beatriz Artolazabal, destacó precisamente que todos los grandes sectores mejoraron sus cifras, con una reactivación de la actividad en las industrias de bienes de equipo. La mejoría del empleo el mes pasado benefició, según la consejera, sobre todo a mujeres, jóvenes y parados de larga duración. Eso sí, Artolazabal reconoció que queda trabajo “para que las oportunidades lleguen también a personas con escasa formación o experiencia”.

La bajada del paro en abril es la más acusada de los últimos años a excepción del mes de abril de 2015, lo que deja el volumen actual de personas inscritas como paradas en Lanbide en 115.644. La cifra es muy similar a la registrada en febrero de 2009, hace más de diez años, y mejora en más de 5.000 el nivel de abril de ese mismo año. En todo caso, hay que recordar que el desempleo se disparó en la parte final de 2008, de forma que todavía queda mucho terreno por recorrer para regresar a la situación anterior a la crisis.

En concreto, en el verano de 2008 había registrados en los servicios públicos unos 75.000 desempleados vascos, es decir, 40.000 menos que ahora. El desajuste aun sería más amplio si se hace la comparativa con los datos del INE, que calculaban en el ecuador de 2008 algo más de 60.000 parados, prácticamente la mitad respecto al último número de Lanbide. Eso sí, el servicio estadístico estatal arroja ahora una cifra de paro en la CAV más baja, por debajo de 100.000 afectados.

cerca del récord Más cerca queda el techo anterior a la crisis en el apartado del empleo, ya que con el repunte de abril Euskadi supera los 963.000 afiliados a la Seguridad Social. El avance supone, en primer lugar, que se termina de dar la vuelta al retroceso de enero y el balance de 2019 queda en positivo por un estrecho margen inferior a mil trabajadores. Las previsiones de la patronal y del Gobierno vasco apuntan a un avance de unos 14.000 puestos de trabajo este año a pesar de la desaceleración económica, con lo que los próximos meses consolidarían esta tendencia.

Además, de cumplirse los cálculos oficiales Euskadi cerrará el año muy cerca de su récord histórico de empleo, situado 20.000 afiliados por encima del dato de abril.

El mes pasado las empresas vascas firmaron algo más de 76.000 contratos, de los que solo el 8% fueron indefinidos. El empuje de la hostelería reduce en seis décimas el volumen de contratos fijos respecto a marzo y casi dos puntos en relación a abril de 2018. La propia consejera Artolazabal reconoció que se ha producido una ralentización en la recuperación del empleo indefinido, una nota negativa en la que hicieron hincapié también los sindicatos vascos.

“Hay que acabar con el dopaje empresarial que supone la contratación precaria y temporal”, reclamó UGT-Euskadi.

En cuanto al resto del Estado, la Seguridad Social ganó 186.800 afiliados en abril muy concentrados en la hostelería y alcanzó el número más alto de cotizantes desde 2008 con 19,23 millones de trabajadores. En el último año el sistema recupera 550.000 afiliados, un avance de casi el 3%. Solo uno de cada diez contratos firmados el mes pasado era indefinido y un tercio eran empleos a tiempo parcial.

Por otro lado, en abril cae el desempleo en 91.500 personas con mayoría de mujeres hasta 3,16 millones. En estos momentos hay 1,29 millones de hombres registrados como parados en los servicios de empleo y 1,86 millones de mujeres.

El secretario general de CC.OO., Unai Sordo, afirmó que los datos de abril demuestran que puede crearse empleo y reducirse el paro con la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) mientras que la CEOE pidió cambios para aumentar la competitividad de las empresas y reducir sus costes laborales.