bilbao - El sueldo medio en Euskadi cerró el año pasado en 1.969 euros, según datos del INE -sin contar horas extra ni pagas extraordinarias-, con un incremento respecto a 2017 de 46 euros. Se trata del primer repunte de cierto peso desde que comenzó la recuperación económica, mejorando incluso las subidas de los primeros años de la crisis, cuando estaban operativos incrementos importantes en muchos convenios.

El despertar de la negociación colectiva tiene mucho que ver en este despegue del salario medio, aunque no es el único factor. En 2009 y 2010 hubo avances del sueldo medio de 31 y 38 euros, respectivamente, cuando la subida pactada en convenio era más alta que la registrada en los acuerdos colectivos del año pasado, que quedó al borde del 2%. A partir de ahí el sueldo medio de Euskadi entró en terreno de estancamiento -alcanzó el máximo en 2013 con 1.976 euros-, con caídas en los últimos años a pesar de la mejoría económica.

El año pasado la radiografía salarial da síntomas de mejora, al igual que lo han hecho los números globales de la negociación colectiva. El sueldo ordinario deja atrás los retrocesos y se recupera para rozar el pico de 2013, que probablemente se rebasará este año. Además, otros indicadores laborales como el salario medio total, que incluye los atrasos, las pagas extra o las horas extraordinarias, alcanza los 2.439 euros, el máximo de la última década, con un incremento de casi 80 euros a lo largo de 2018.

coste total En cuanto al coste laboral total, que incluye también las cotizaciones sociales, la cifra se eleva en casi 100 euros el año pasado hasta los 3.211 euros, según los datos del INE. También en este caso el valor está en máximos de los últimos diez años, superando en 30 euros los 3.182 euros de 2013. En general todos los indicadores del coste laboral muestran la misma tendencia, aunque el salario ordinario se queda a las puertas de superar el máximo.

Los sueldos están ligeramente por encima de las cifras de 2008, aunque el margen favorable ronda los 100 euros, es decir, apenas un 5% más. La evolución queda muy por debajo del incremento de los precios en esta última década, una pérdida que se acentúa mucho más en el tramo 2013-2018. - A. L.