MADRID - El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, aseguró ayer que Francisco González, su antecesor en el cargo, se siente “muy tranquilo” a pesar de las acusaciones sobre un supuesto espionaje masivo en los años 2004 y 2005 a través de la firma del excomisario José Manuel Villarejo, ya que “desconocía completamente” estas irregularidades.

“He hablado con él y lo que me transmite es que tiene la conciencia muy tranquila. Me dice que no sabía nada de las irregularidades que salen en las noticias”, aseguró el actual presidente del banco vasco.

A pesar de la insistencia de los periodistas por arrojar luz sobre el caso Villarejo-BBVA, Torres mantuvo su posición y se remitió de forma repetida a la declaración oficial en la que aconseja esperar al resultado de la “profunda y exhaustiva” investigación, asegurando que actuará con “rigor” sea cual sea el resultado.

Hace apenas una semana, BBVA decidió dar un paso más en sus trabajos de investigación interna para determinar qué relación tuvo el banco bajo la presidencia de Francisco González con la firma de detectives del encarcelado Villarejo, para lo que fichó a Price Waterhouse Coopers.

Torres Vila insistió en que tendrá “tolerancia cero” con el resultado de la citada investigación de un caso que tardará “meses” en aclararse y que, a su parecer, está a punto de judicializarse, por lo que quiso ser muy prudente. Lo que sí hizo fue una cerrada defensa de la figura de González, a quien dijo que cree cuando asegura que no sabía nada de todo lo que se está publicando sobre las supuestas escuchas, y al que califica de “referente” y de “visionario” digital, que deja un legado “innegable” y que ha demostrado tener “fuertes principios”.

“BBVA ha sido, es y seguirá siendo un banco honesto”, “con valores fuertes”, y por eso, insistió, si las conductas que se describen en la prensa fueran ciertas, serían “deplorables”.

A principios de año, los digitales El Confidencial y Moncloa.com sacaron a la luz numerosas informaciones que relacionan a BBVA con una operación de espionaje masivo durante los años 2004 y 2005 a empresarios, políticos y periodistas con el objetivo de desestabilizar un intento de asalto al banco por parte de directivos de la constructora Sacyr. - E.P./Efe