Al igual que en el caso de las instituciones, las empresas tienen mucho que decir en el bienestar de la sociedad que las rodea. Crear riqueza y generar un impacto positivo en su entorno más cercano, y que este llegue también a todo ese ámbito en el que trabajan es una realidad que desde hace tiempo se viene trabajando-si bien ha existido desde antes-en la denominada Responsabilidad Social Corporativa (RSC). La RSC es pues, la contribución activa de las empresas para mejorar su entorno social, económico y ambiental. Se trata, sin embargo, de algo voluntario, que cada vez está más presente en las empresas.
La Responsabilidad Social de las empresas debe contribuir a un desarrollo sostenible en todos los sentidos. No cabe duda de que la clave está en poder llegar a un equilibrio entre actividad y sostenibilidad. También han entrado en juego los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se trata de la Agenda 2030 aprobada por la ONU. En total, 17 objetivos que van desde la eliminación de la pobreza hasta tomar medidas para luchar contra el cambio climático, la igualdad de la mujer, defensa del medio ambiente, etc.
Con la intención de conocer de cerca algunos de los modelos de las empresas que llevan a cabo una labor adelantada en relación a las RSC y los ODS, y para entender el alcance de esas estrategias transversales a la hora de gestionar sus empresas, DEIA invitó este pasado jueves, 15 de noviembre, al Encuentro DEIA Mesa de Expertas Responsabilidad Social Corporativa a Itziar Sabas García Borreguero, responsable de Recursos Humanos y Organización de la Autoridad Portuaria de Bilbao; Carmen Gómez Acebo, directora de Sostenibilidad de Coca-Cola European Partners; Patricia Cortizas Sánchez, directora de Relaciones Externas de Mercadona en Euskadi; María López Ortiz, Relaciones Institucionales y Servicios Jurídicos. Dirección Corporativa de Ausolan; y Montserrat Izaguirre, directora de País Vasco y Cantabria de la Fundación Adecco y experta en RSC y ODS, quien se encargó de moderar el encuentro.
Una prioridad “La RSC es de carácter global y en el caso de las empresas, para que obtenga resultados, debe ser transversal”, indica Izaguirre. Por lo tanto afecta a todas las áreas de negocio y por ende a toda la cadena de valor necesaria para el desarrollo de la actividad. En ese sentido, de la transversalidad de la RSC, se expresa Carmen Gómez, quien asegura que para Coca-Cola European Partners “es muy importante y está dentro de la estrategia de la compañía. La prioridad es hacer el negocio sostenible, y para ello debemos generar impactos positivos, a nivel económico y social”. Al igual que adelantaba en el encuentro Montserrat Izaguirre, que se refería a la RSC como algo que “afecta a todas las áreas de una empresa”, Gómez lo comparte desde su posición en la empresa. “Es algo transversal y nosotros lo materializamos en nuestra estrategia de sostenibilidad, Avanzamos. Se cumple un año desde su publicación y nos hemos establecido varios objetivos en seis áreas de actuación”.
En su caso, destacan las acciones en todo o relacionado con “las bebidas y los componentes de estas, los envases, la sociedad, el agua, el clima y la cadena de suministro”, indica. Poniendo en valor que no se trata de algo que se hace porque sí, concreta que “tenemos compromisos con cada una de esas áreas y se hace un seguimiento de todo. Los ODS están implícitos ahí y nuestra estrategia tiene impacto en 14 de los 17 objetivos de la Agenda 2030”. En el caso de Mercadona, apunta Patricia Cortizas, “nosotros implementamos el modelo de calidad total en el año 1993, entendiendo que era un modelo de gestión basado en la ética y que generaba valor para todos sus componentes gracias a que perseguía un crecimiento sostenible”. En aquel momento no se hablaba de los ODS, “pero en ese modelo ya se perfilaban muchos de esos objetivos”, añade. En ese camino, lleno de esfuerzo por parte de la compañía, “hemos visto que teníamos que hacer el ejercicio de ordenar todo eso, ya que eran ideas que sí estaban en el ADN de nuestro modelo”.
En este sentido, “algo también muy positivo de los ODS es que permiten que las empresas puedan tener un lenguaje común, unificar ese trabajo, porque han podido producirse iniciativas por parte de cada empresa pero no las tenían englobadas bajo una misma denominación, y es muy interesante”, comenta Izaguirre. Desde el punto de vista de Itziar Sabas, “como administración, creo que tenemos una alta responsabilidad el compartir lo que es la sostenibilidad, tanto económica, como social, y también la medioambiental”.
En la Autoridad Portuaria, “nosotros no aplicamos los ODS como tal, pero tenemos una RSC que puede englobarlos”, indica. Lo hacen además desde dos ámbitos, o contando con una Responsabilidad “con dos caras: una interna, de cara a los empleados, y otra externa, de cara a la comunidad. Yo creo que la RSC y los ODS tienen mucho que ver con quién es la empresa y cómo te quieres definir tú como empresa”.
Tal y como explica, “dentro de nuestras líneas de acción, hay ejes que consideramos como principales; para empezar, está el beneficio social. Cabe destacar que impactamos en nueve municipios ribereños, por lo que cobra una relevancia especial la apertura hacia esta comunidad; cómo nos comunicamos y cómo son nuestras relaciones con los municipios en los que está la Autoridad Portuaria”. También tiene mucha importancia todo lo que es la sostenibilidad medioambiental, “porque por negocio, por dónde estamos ubicados y por el negocio del transporte marítimo portuario, tiene un impacto muy grande en nuestra actividad y en los ciudadanos de la zona en la que estamos implantados”, además de en el negocio. Por otra parte, “creo que es muy importante la parte interna, cómo quiero ser yo con mis trabajadores, con mis colaboradores. Si no cuido a mis profesionales de la manera que quiero cuidar a la comunidad, sería incoherente”, analiza.
También cuentan con “un plan de igualdad de género propio, los protocolos de acoso, las áreas de desarrollo de las personas, el área psicosocial de desarrollo, medidas para mejorar la calidad del agua, del aire, de ruidos, calidad del suelo... Al final vas viendo qué objetivos hay y los vas implantando, sin seguir estrictamente los ODS, porque los tenemos interiorizados”. Para Sabas, lo más importante es ejecutar la estrategia de negocio “basándonos en una responsabilidad social, no es quedar bien en la foto, por eso debe ser transversal”.
Desde Ausolan, María López cuenta que, “desde que nacimos, en 1969, para nosotros la transformación social es un objetivo, y por eso, todos los años invertimos un 10% de nuestros beneficios en transformar la sociedad, entendida esta inversión como los entornos en los que estamos implantados”. En 2017 reciben el Premio Nacional RSC, Empresa Sostenible y consiguen ser el primer caso de éxito como una organización saludable. Eso “es porque abarca desde el primero hasta el último de nuestros trabajadores”.
Medidas concretas En lo que respecta a las acciones concretas en RSC y ODS de las empresas participantes en el encuentro organizado por DEIA, cabe resaltar que se trata de empresas con un recorrido ya muy notable en este campo, por lo que pueden ser además de un ejemplo, compañías tractoras de cara a la implantación total de la Responsabilidad Social y los Objetivos para el Desarrollo Sostenible. Entre las acciones concretas que realizan, Gómez cuenta que en el caso de sus bebidas, “nos aseguramos que son todo lo saludables que deben ser y aportan todo el beneficio” que se les presupone.
Además están ampliando el catálogo de bebidas; sin azúcar, de vegetales, etc. Otro ejemplo es que los tapones llevarán el mensaje de “por favor recíclame”, para concienciar. En cuanto a los envases, tenemos el compromiso de recoger el equivalente al 100% de los envases que ponemos en el mercado y que tengan una segunda vida”, explica. En el caso de la Igualdad, para 2025 “queremos que el 40% de puestos directivos estén ocupados por mujeres”. En el ámbito externo, “contamos con el proyecto Gira Mujeres, Gira Jóvenes, que lo que trata es de potenciar la capacitación de jóvenes en riesgo de exclusión social o mejorar la empleabilidad de mujeres con dificultades”.
Entre otras medidas, también van a reducir el consumo de agua, devolver parte de esta, o reducir el 50% de emisiones directas, etc. Cortizas pone en valor que “en Mercadona está implicada toda la compañía. Queremos seguir construyendo un modelo de empresa del que la gente se sienta orgullosa y además quiera que exista”, comenta. En lo que sería el ámbito social, “uno de los ODS que trabajamos es el de salud y bienestar, partiendo de la premisa de garantizar la máxima seguridad alimentaria de todos nuestros productos. A partir de ahí trabajamos en ofrecer un surtido capaz de satisfacer necesidades concretas, por ejemplo más de 1.200 productos sin gluten, sin lactosa, etc”.
Asimismo, en Euskadi estamos adheridos al Plan de Iniciativas por una alimentación saludable del Gobierno vasco. En lo laboral, “el mayor compromiso de la compañía es hacia sus trabajadores. La compañía entiende que para poder recibir, primero tiene que dar, y ahí está el ofrecer un contrato indefinido desde el primer día, además de una formación”. También destaca que “ofrecemos salarios por encima del sector”. En lo relativo a los beneficios, “un 25% se reparte, otro 25% para pago de impuestos, un 40% se ha reinvertido, pensando en ese negocio sostenible y en esa mirada a largo plazo para poder seguir creando riqueza y el otro 10% se reparte en dividendos”. En Igualdad, “siempre hemos tenido el Principio de Equidad, es decir, a igual puesto de trabajo, igual salario. Se trabaja mucho la promoción interna y el año pasado el 42% de esas personas que promocionaron fueron mujeres”. Tampoco se olvidan del medio ambiente, campo en el que cuentan con muchas acciones; sector lácteo sostenible, consumo responsable, proveedores adheridos a una política de compra sostenible, etc.
Según explica Sabas, en la Autoridad Portuaria “tenemos cinco valores; orientación al cliente, excelencia ética y profesionalidad, trabajo en equipo, compromiso con las personas y responsabilidad social”. Con respecto a los trabajadores (dimensión interna), “tenemos un programa que se llama Portu Osasuntsua. Hemos desarrollado los cuatro ejes que tienen impacto en los trabajadores; el entorno físico del trabajo, que sea saludable y seguro, bienestar psicosocial, hablamos de encuesta de clima, plan de igualdad propio, temas de acoso y de desarrollo personal, permitiendo que el clima de trabajo sea saludable y agradable”.
También promueven la actividad física entre sus trabajadores y “apoyamos pruebas deportivas. Hemos participado con Osakidetza en un programa de paciente activo y trabajado con pacientes crónicos, etc”. Después, en la parte externa, lo que se hace para generar impacto positivo en la comunidad, “debemos destacar que tenemos mucho impacto en nueve municipios e intentamos generar riqueza”. Otro punto importante es el programa de prácticas que tienen, en el que todos los años se forman laboralmente unos 14 o 16 alumnos. “En la medida de lo posible participamos en todas las jornadas que puedan ser de empleabilidad junto con los municipios ribereños y vamos a volver a trabajar en el patrocinio y liderar las jornadas Prestik de la Diputación de Bizkaia, que se celebran en diciembre.
Con ello queremos abrir el puerto a la comunidad y que la comunidad esté presente”, indica Sabas. Cuentan con el Certificado de Honor de Empresa Saludable, pero además “estamos haciendo un diagnóstico de lo que es la RSC y trabajamos con los trabajadores, nuestros jubilados, la comunidad y la comunidad portuaria (clientes)”, para ver si realmente todo su entorno está contento con ese trabajo. Cómo no, el medio ambiente es fundamental para el puerto, y “tenemos muchos indicadores y distintas medidas; la calidad de todo el suelo, todo el dominio del suelo auditado, red de cabinas de control de aire?
Por su parte, López, desde Ausolan, cuenta que empiezan desde arriba, ya que admite que “tenemos mucha suerte porque nuestro Consejo Rector es crítico y nos obliga a ser muy exigentes y creativos”. La suya, asegura, “es una RSC muy participativa, y de los 17 ODS, tenemos seis que consideramos muy prioritarios y en los que vamos más allá”. Entre estos, destaca que “estamos muy comprometidos con el hambre cero, pero no solo hablamos de sobrantes que se pueden destinar a un comedor social, por ejemplo, sino que cocinamos también para ellos”.
En su opinión, hay que ver la RSC “desde un plano de igualdad, y creemos que todo el mundo debe comer dignamente”. Unido a esto, también pone en valor la dignificación a través de la comida. Como ejemplo, “hay que saber que la mitad de la población de más de 65 años tiene problemas para tragar, y es muy fácil hacer todo a modo de puré. Nosotros trabajamos para que esa persona vuelva a tener delante un trozo de pollo, creemos que se puede diginificar también de esa manera”. Otro aspecto muy cuidado es la calidad de los alimentos, pero “en su sentido más amplio”. Como no, “el trabajo con ética con los proveedores. Si ellos no asumen nuestros ODS dejan de ser nuestros proveedores, es un camino que empieza desde el momento que diseñamos el menú hasta que recogemos los restos”. La Igualdad, además de en el plano interno-el 75% del Consejo de Dirección son mujeres y 96% de trabjadoras- “nos gusta trabajarlo en los comedores, donde además cabe la inclusión, la diversidad, etc.”.