BILBAO. El sector del automóvil en España espera, con ansiedad, la posibilidad de que el Gobierno de Mariano Rajoy apruebe una nueva edición del conocido como Plan PIVE, un instrumento de incentivos económicos para ayudar a renovar el parque automovilístico y conseguir reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera, así como para aumentar la seguridad, pues bien esa posibilidad se diluirá totalmente si el Ejecutivo no logra apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado 2017, según señaló ayer Blas Vives, el secretario general de Faconauto.

El máximo responsable de la asociación de concesionarios de automóviles españoles presente ayer en la III Jornada Profesional DEIA, Automobile sector Bilbao-Bizkaia, un encuentro sobre la realidad del mundo del automóvil y sus concesionarios que organiza este periódico con el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y la entidad financiera Cetelem, señaló ayer en el Hotel Meliá de Bilbao, que “si hay que prorrogar los PGE por falta de apoyos políticos, no habrá plan PIVE porque no hay ninguna partida presupuestaria asignada”, indicó Blas Vives. El dirigente de los concesionarios de coches recordó que en la última edición el Ejecutivo español recurrió a un crédito para poner en marcha el plan de ayudas pero “ahora con los ajustes que solicita Bruselas eso no es posible”. Por lo tanto, el representante de Faconauto, que este pasado miércoles se reunió con el ministro de Economía, Luis de Guindos, bromeó sobre la posibilidad de que el PNV apoyase la petición de incorporar una partida en los PGE 2017 para articular de nuevo un plan como el PIVE.

Los diferentes ponentes en la Jornada organizada por DEIA, los representantes de Mazda, Hyundai, PSA (Peugeot-Citroën) y Renault hicieron especial hincapié en la necesidad de mantener el plan de incentivos para la renovación de los coches porque “España tiene una de las flotas más viejas de Europa, con una edad media de 12 años” y porque los vehículos modernos son “infinitamente más seguros y menos contaminantes”.

el futuro El papel de la industria del motor en la economía vasca y española, las tecnologías de motorización que van a imperar en los próximos años, la apuesta por el coche eléctrico, los modelos de movilidad en el futuro, el coche interconectado y autónomo o los nuevos modelos de negocio que se van a generar en torno al automóvil fueron los temas expuestos de manera brillante por los participantes en la jornada, José María Terol (Mazda), Leopoldo Satrústegui (Hyundai), José Antonio León (PSA), Ivan Segal (Renault) y el citado Blas Vives (Faconauto).

La normalización de la financiación para la adquisición de un automóvil fue señalada por el director comercial de Cetelem, Sergio Escudero. El dirigente de la entidad filial de BNP Paribas especializada en crédito al consumo, con unos 800 millones de euros en préstamos coche, recordó que con la crisis de 2008 se pasaron momentos muy complicados porque “el riesgo se multiplicó por cuatro”.

Un aspecto destacado de la jornada fue constatar el diferente calendario que tienen unos fabricantes de coches y otros sobre la implantación masiva del coche eléctrico.

Para Mazda, el coche eléctrico llegará pero no en los próximos diez años, por lo que defendió su apuesta por maximizar la eficiencia con los motores de combustión interna, en especial los de gasolina, antes de pasar al escalón superior del vehículos híbrido y, posteriormente eléctrico.

En cambio para Renault, uno de los fabricantes que más confianza tiene en el automóvil exclusivamente eléctrico, el futuro ya está aquí “sólo son necesarias unas infraestructuras de recarga y unos incentivos adecuados”, según indicó Ivan Segal.

Ya fuese para hablar de coches eléctricos o de coches digitalizados y autónomos, -“una realidad tecnológica ya hoy en día”, destacó Leopoldo Satrústegui, de Hyundai-, todos los ponentes coincidieron en señalar la importancia de que la administración pública española facilite su incorporación y regule para que se pueda desarrollar en todo el Estado de manera rápida y acorde con los tiempos, eliminando trabas administrativas que dificultan desde “instalar más puntos de recarga eléctrica en el parking de un supermercado”, según citó Ivan Segal, de Renault, a establecer una política para potenciar el uso de este tipo de automóviles en todas las ciudades del Estado. “Hasta ahora cada ciudad o cada Comunidad Autónoma hace una cosa diferente” señalaron los responsables del sector del motor.

contaminación También hubo unanimidad en señalar el importante esfuerzo que está realizando la industria del automóvil para reducir las emisiones contaminantes, pero recordaron que “se carga contra el coche cuando el transporte por carretera solo es responsable del 23% de las emisiones”. En este sentido indicaron que ciertas medidas restrictivas del tráfico en las ciudades como fijar velocidades máximas muy bajas no generan menos contaminación sino lo contrario porque más tiempo circulando, con arranques y paradas, genera más consumo de combustible.

Un elemento que ya no es ciencia ficción es el advenimiento del coche autónomo, digitalizado e interconectado, capaz de conducirse solo. “La tecnología ya está” afirman todos y, de hecho, el responsable de PSA, José Antonio León, recordó que un Citroën había efectuado la ruta Vigo-Madrid de forma autónoma. Es más, Hyundai, según indicó Leopoldo Satrústegui, tiene ya un sistema capaz de arrancar un coche a través del móvil. Todo ello, más los nuevos modelos de negocio, a través del coche compartido, son un futuro que ya está aquí, señalaron.