BILBAO - La consultoría vasca B+I Strategy que dirige Sabin Azua ha organizado esta semana un debate sobre La empresa participada, en el que ha intervenido, entre otros, Jon Agirre, presidente de una compañía vasca, Ampo, que destaca por la participación de los trabajadores en la sociedad, -es una cooperativa-, y por su notable posición el mercado mundial de válvulas para el sector energético. Jon Agirre analiza la situación de una empresa que tiene una importante presencia en los mercados internacionales tras 50 años de historia.

¿Cómo se presenta el ejercicio para Ampo en cuanto a la evolución de las ventas?

-Estaremos en torno a las previsiones con una facturación cercana a los 190 millones de euros y con una plantilla cercana a las 700 personas, 500 en Euskadi y unas 200 en nuestras instalaciones de India.

Ustedes tienen la forma jurídica de una cooperativa. ¿La filial en la India sigue la misma figura?

-No. Nosotros creemos y defendemos la figura de la empresa participada y de la cooperación pero en la India por razones diversas, que van desde la existencia de diferencias culturales apreciables como es su sistema de castas, y también económicas, no es así pero sí mantenemos los principios de cooperación de los trabajadores en el proyecto.

Ampo-Poyam es uno de los más destacados fabricantes mundiales de válvulas para el sector energético. De hecho en la empresa señalan orgullosos que son el “ferrari de las válvulas”. ¿Esto es posible sin estar a la última en tecnología?

-No. Hay que estar innovando e invirtiendo en I+D+i constantemente. No le puedo decir un porcentaje concreto sobre ventas del dinero que invertimos porque varía cada año en función de los proyectos concretos que tenemos entre manos. Pero sin innovación no es posible estar en primera línea del mercado, invertir en I+D es tener trabajo mañana.

¿En el sector de válvulas dónde están los principales competidores?

-Los fabricantes más importantes son estadounidenses e italianos.

Desde junio los precios del petróleo en los mercados internacionales han caído de 100 a 80 dólares y esto amenaza a futuras inversiones en el área energética. ¿Cómo ven desde Ampo las previsiones para el próximo año?

-Somos optimistas porque existen numerosos proyectos de inversión en el mundo. Es verdad que algunos están en stand by pero hay mercado. No tenemos alarmas.

¿Ello implica que Ampo espera crecer en 2015?

-Sí. Seguramente poco pero nuestro objetivo pasa por crecer aunque todavía no sabemos cómo. Mantenemos las inversiones como las de la planta en India.

La economía europea se estanca, ¿este mercado es especialmente significativo para la compañía guipuzcoana?

-Es uno más. Europa concentra entre el 15% y el 20% de las ventas, pero hay otros mercados que son más importantes como América, Asia, etc.

¿Qué segmentos del mercado ofrecen unas perspectivas de crecimiento más importantes de cara a los próximos años para los fabricantes de valvulería?

-En estos momentos claramente todo el área off-shore mantiene perspectivas interesantes. Y trabajar en ambientes como el marino supone unos requerimientos más exigentes.

El grupo diseña, construye y comercializa sus válvulas y para ello tiene una importante división de fundición. ¿Qué papel juega esta en la compañía? ¿El mercado de fundición se ha recuperado de la crisis de 2008?

-Efectivamente, el sector de fundición no ha pasado por sus mejores momentos estos últimos años. Es una división muy importante dentro de Ampo porque en términos de empleo es prácticamente el 50% aunque en facturación el negocio de válvulas representa en torno al 70%. En este momento estamos trabajando mucho para incorporar nuevas tecnologías a la fundición y para poder ampliar la gama de productos que elaboramos. Estamos buscando hacer cosas distintas para potenciar el área de fundición.