LA vocación emprendedora de Ainara Martínez y Natalia Juez les ha llevado a trabajar duro para convertir en realidad su proyecto de abrir en Bilbao el primer albergue privado a precios baratos. Tras dar forma a la idea de negocio inicial, con ayuda de Dema, sociedad para el desarrollo empresarial de la Diputación de Bizkaia, elaboran en firme un plan de negocio, analizando a fondo la rentabilidad del mismo.

Una vez vista la viabilidad de esta iniciativa, y gracias al aval que les concedió Oinarri, ambas incipientes empresarias y amigas comenzaron a plasmar sobre el terreno su proyecto. Alquilan un local idóneo en el barrio de Deusto, realizan las pertinentes obras para dar forma y personalidad al Bilbao Akelarre Hostel? -todo lo cual les exigió una inversión cercana a los 120.000 euros-, y ya un mes antes de su inauguración, en julio de 2009 coincidiendo con la celebración del festival BBK Live, colgaban el cartel de completo.

Pero pese a tales perspectivas de éxito, ambas socias estaban dando aquellos primeros pasos sobre un terreno donde el vacío legal existente hizo a la empresa tambalearse "hasta llegarse a temer lo peor", aseguran Martínez y Juez. "No existía una normativa específica en materia de albergues privados en Euskadi que nos guiara para hacer las instalaciones y en el Gobierno vasco incluso les sorprendió nuestra idea cuando se la presentamos", recuerdan. Tal normativa comenzó a desarrollarse en la consejería de Turismo durante el mandato del lehendakari Ibarretxe y se paralizó con la llegada de Patxi López.

Al segundo año de andadura comenzaron a tener competencia con la apertura de otro hostel, establecimientos que van aumentando, y a los tres años sumaban ya siete los albergues de este tipo. En este contexto, en 2012 "desde la consejería de Turismo del Gobierno vasco nos abren a todos los hostels un expediente sancionador con la consiguiente multa de 900 euros por carecer de una licencia inexistente y con el varapalo que supone para alguien que está empezando". Así las cosas, de la mano de la Asociación de Hosteleros de Bizkaia acudieron a los tribunales y "ganamos el juicio y finalmente, tal normativa se ha desarrollado y este año hemos obtenido al fin el reconocimiento del Gobierno vasco, ya que cumplimos todos los requisitos", explican las propietarias de Bilbao Akelarre Hostel.

Pese a tan duros comienzos, que les exigieron una inversión cercana a los 120.000 euros, ya en 2009 quedaron finalistas del Premio Argia, concedido por el Departamento de Empleo y Formación de la Diputación de Bizkaia a su idea de negocio.

Gente abierta Hoy en día, ambas periodistas regentan un establecimiento hostelero con capacidad de 36 camas y un precio medio de 15 a 23 euros por persona y noche IVA incluido, compartiendo habitación. Su perfil de cliente son "gente abierta, que le gusta conversar, desde estudiantes universitarios que acuden a Bilbao a realizar un máster o que vienen de Erasmus hasta el típico mochilero o el peregrino de más de 70 años". Su procedencia es tanto del Estado como del extranjero, sobre todo franceses, alemanes e incluso coreanos y americanos.

El boca a boca es la principal vía de difusión de su negocio, sobre todo en las redes sociales. No obstante, están trabajando mucho la presencia de la marca en internet. A este respecto, la formación en Cebek les está siendo de gran ayuda.

Actualmente, seis personas componen el equipo de Bilbao Akelarre Hostel, donde el trato y una decoración original crean un ambiente que hacen al huésped "sentirse como en casa, porque nos gusta mucho hablar con ellos e intentar resolverles problemas cuando llegan a la ciudad, por ejemplo", manifiestan.

Para ello han tenido que reforzar su formación en idiomas y ahora ya "nos defendemos en inglés, francés, italiano y euskera", confiesan con el entusiasmo que les caracteriza.