Bbilbao. El presidente de la Corporación Mondragón (MCC), Txema Gisasola, asegura que la crisis de Fagor Electrodomésticos no va a hacer peligrar el futuro de cooperativas del grupo ni de la propia corporación. "Ni Lagun Aro EPSV, ni Laboral Kutxa, ni la Corporación están en riesgo", afirma rotundo.
Gisasola defiende el futuro de MCC en general y de sus entidades financieras en particular en una entrevista a TU Lankide, el boletín interno de la corporación, publicada ayer en el que el máximo rector de la corporación aborda la situación de Fagor, la emblemática cooperativa que se encuentra en concurso de acreedores.
El presidente de MCC subraya que la corporación ha intentado salvar a Fagor con unos 300 millones de euros, 70 de ellos aportados este mismo año, pero finalmente decidió "poner un límite" al considerar que aportar los fondos que la cooperativa pedía para financiar su plan de viabilidad no garantizaba el futuro de la empresa. Asegura que en los próximos meses MCC "puede tener una solución" para entre 1.000 y 1.200 trabajadores de Fagor, a través de prejubilaciones y reubicaciones "con un coste asumible para las cooperativas".
Esto no significa que las empresas del grupo vayan a "sacrificar todo el empleo eventual", ya que no es posible sustituirlo al 100 % por los socios de Fagor afectados porque "los perfiles profesionales son distintos". MCC, además de intentar reubicar a los afectados, pondrá en marcha programas para fomentar la empleabilidad y destinará recursos "a proyectos nuevos en sectores estratégicos" con el fin de crear empleo.
Gisasola explica que MCC está intentando "aclarar definitivamente" si los cooperativistas de Fagor deben hacer frente a la deuda con su patrimonio personal, para lo que están realizando "consultas al máximo nivel jurídico". Las consultas con el Departamento de Economía Social del Gobierno vasco como con otros especialistas apuntan a que "la responsabilidad se limita a las aportaciones al capital de los socios y no afecta a su patrimonio".
En la entrevista Gisasola defiende el modelo del cooperativismo y asegura que MCC sigue siendo un "proyecto con futuro" pese a que algunas cooperativas que eran proveedoras de Fagor "se verán afectadas" por la situación de la empresa. "Tenemos muchas cooperativas viables y exitosas y un enorme potencial de desarrollo en el que creemos", insiste.
En la misma publicación, el presidente de Fagor, Xabier Bengoetxea, afirmó ayer que el concurso de acreedores en el que se encuentra la cooperativa "seguramente concluirá en liquidación, aunque sigue existiendo una marca, unos activos y partes del negocio que pueden ser interesantes, ya veremos para quién".
A su juicio, la cooperativa "debería haber tomado decisiones que no se han tomado" antes de llegar a la situación actual. Socio de Fagor Electrodomésticos desde hace ocho años y presidente desde hace cinco meses, Bengoetxea dice sentirse "decepcionado" como cooperativista por la deriva que ha llevado la empresa en los últimos años, pese a lo que aceptó el cargo consciente de la situación. No obstante, atribuye la situación de la empresa a que en los últimos cinco años las ventas se han reducido entre 700 y 800 millones de euros por "la enorme caída que se ha producido" en los mercados en los que operaba.
Según Bengoetxea, Fagor cree que 500 de sus trabajadores están en situación de acogerse a prejubilaciones, mientras que la Corporación Mondragón (MCC) estima que podría recolocar a otros setecientos socios en otras cooperativas del grupo con sede de Arrasate.
Asimismo, admite que la cooperativa "no tiene capacidad de devolver" los 87 millones de aportaciones voluntarias que exigen los socios "ni dentro del concurso de acreedores", porque la deuda es muy elevada "y la existencia de ciertos créditos privilegiados no parece que vayan a dejar ninguna vía abierta para la devolución de este capital". "De momento no se visualiza la manera en que Fagor Electrodomésticos pueda devolver ese capital", reconoce.
GRUMAL Y PROIEK Fagor Electrodomésticos presentó ayer, jueves, ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia la solicitud de concurso de acreedores para sus filiales Grumal, ubicada en Azpeitia, y para Proiek, una sociedad de ingeniería con sede en Bilbao, según informó ayer la cooperativa. La empresa Grumal de Azpeitia, dedicada a la fabricación de equipamiento de muebles, cuenta con una plantilla de unos 150 empleados, mientras que Proiek tiene 25 trabajadores.
Con este trámite, la cooperativa de la Corporación Mondragón ha culminado el proceso de solicitud de concurso para su matriz y para todas sus filiales tanto en el extranjero como en España.