BILBAO. Con un presupuesto de 850 millones de euros, la nueva unidad de la refinería ubicada en Muskiz (Bizkaia) supone la mayor inversión industrial de la historia de Euskadi. El Príncipe Felipe, presente en el acto, ha destacado que esta empresa conjuga la excelencia tecnológica con "la solera de una firma que es una buena muestra de la sólida tradición industrial del País Vasco".

Ha estado acompañado en el acto por el presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, y por los principales accionistas de la refinería vasca, Antoni Bufrau (Repsol) y Mario Fernández (Kutxabank). Por parte del Gobierno Vasco han acudido al acto el portavoz y titular de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka; la responsable de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, y la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi. No han asistido ni el lehendakari, Iñigo Urkullu, ni el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao. Ambos han alegado "problemas de agenda".

El proyecto permitirá aumentar la producción de gasóleo mediante el reprocesamiento de los residuos pesados obtenidos en el refino del petróleo. La planta de coque es la mayor inversión industrial realizada en Euskadi en los últimos años, ya que ha supuesto un desembolso de unos 850 millones de euros, y es fruto de una iniciativa lanzada en 2005, como sustituto del fallido proyecto de instalar una central IGCC para generar energía eléctrica mediante el aprovechamiento del fuelóleo. Por aquel entonces, el consumo de combustibles derivados del petróleo en el Estado español no registraba descensos del 12%, como sucede en el inicio de este año. Las obras se iniciaron en 2009, con una oposición vecinal importante por razones medioambientales, y finalizaron a finales del pasado año.

La planta de coque es fundamental para asegurar la rentabilidad de la refinería dado que en el proceso del refino del petróleo se obtiene un porcentaje importante de fuel, más del 16%, un combustible con escasas salidas comerciales en la actualidad.

La nueva planta de coque permite reprocesar el fuel para obtener hidrocarburos más ligeros como el gasóleo, combustible que el Estado español ha tenido que importar dada la elevada dieselización del parque móvil y el importante peso del transporte de mercancías por carretera. También permitirá obtener el conocido coque de petróleo, un combustible utilizado en los hornos de las plantas cementeras.

Los accionistas de Petronor, el grupo Repsol y Kutxabank, quieren celebrar la inauguración oficial con un acto importante en el que está prevista la presencia, entre otros, del príncipe Felipe de Borbón, los consejeros del Gobierno vasco Josu Erkoreka, Arantza Tapia y Ana Oregi, el ministro español de Industria, José Manuel Soria.

No está prevista la asistencia del lehendakari Iñigo Urkullu y del diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, por "problemas de agenda", lo que ha generado polémica ya que el presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, dijo ayer que Urkullu "no está a la altura" como lehendakari si no acude a la inauguración de "la mayor inversión industrial de la historia de Euskadi".

El portavoz del PSE en Juntas Generales de Bizkaia, Iñaki Egaña, criticó que "precisamente cuando se inaugura un gran proyecto de estas características que es clave para garantizar el futuro de la refinería, hayan optado por no estar presentes como si no fuera con ellos o no les importara".