BILBAO. El Partido Popular no ha conseguido recuperar la confianza de los mercados internacionales en la economía española. El triunfo de Rajoy no ha despejado las incógnitas sobre la elevada deuda española y la alta tasa de desempleo, y ayer la prima de riesgo alcanzó la cota más alta desde que el político gallego controla la presidencia del Gobierno español al llegar a tocar los 443 puntos lo que situó a los bonos españoles de deuda pública a 10 años cotizando a más del 6%.

La presión sobre el mercado español continuó ayer tras la semana negra de Pascua. La prima de riesgo de España, medida como el diferencial entre el tipo de interés que se tiene que abonar para vender los bonos españoles a diez años y el de los alemanes del mismo plazo, inició la jornada con la misma inercia alcista de la semana pasada y alcanzó los 443 puntos básicos en la apertura del mercado, frente a los 424 en que se estrenó durante la jornada.

El temor de los inversores a que economías del tamaño de España e Italia no entren en una senda de crecimiento, necesaria para poder afrontar el pago de los intereses de sus cuantiosas deudas hace que los citados inversores busquen la deuda pública alemana como refugio con lo que Alemania, ante la alta demanda, ofrece tipos de interés más bajos. Un 1,72%, no lejos del mínimo histórico que marcó en el pasado mes de septiembre de 2011, cuando la Alemania de Merkel solo tuvo que pagar un 1,636% de interés por su deuda.

Por el contrario, el rendimiento del bono español superó ayer el umbral del 6%, peligrosamente cerca de los niveles que en el pasado reciente propiciaron los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia. Los seguros de impago (Credit Default Swap o CDS) de los bonos a diez años de España se llegaron a pagar a un récord histórico de 521 puntos básicos.

Las dudas que mantienen los mercados financieros internacionales sobre la capacidad de España de resolver su actual situación (elevado paro, alto déficit público, recesión económica y crisis bancaria) sin ayuda exterior también se extendió a Italia, la otra gran economía de la eurozona bajo el punto de mira de los mercados.

Barroso confía en España La prima de riesgo italiana sigue estos días por debajo de la española pero llegó a alcanzar los 395 puntos básicos, cota que no tocaba desde el pasado enero, tras iniciar el día en 378. El resultado de la combinación italo-española fue una devaluación del euro, que ha llegado a intercambiarse a 1,29 dólares, su nivel más bajo desde el 16 de febrero, lo que implica una nueva subida del precio de las gasolinas pues el petróleo se abona en dólares. En esta coyuntura en la que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, volvió a señalar que España sí tiene voluntad firme de reducir el déficit público mientras el ministro de Economía, Luis de Guindos, está de gira por Europa para explicar las reformas del Gobierno, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, se declaró "absolutamente confiado" en que el Gobierno español será capaz de hacer frente a las actuales "dificultades" económicas y afirmó que la UE trabaja "muy activamente" con España para lograr el objetivo.

En la misma línea que la CE, el Deutsche Bank considera que la situación de España es "sostenible" pues cree que el principal problema de la economía española no es de "solvencia", sino de "liquidez", según un informe, en el que defiende que el país puede lograr estabilizar su deuda en el 85% del PIB.