Ayer, mientras miles de ciudadanos se manifestaban contra la reforma laboral en las ciudades y pueblos de Hegoalde, cientos de ciudadanos de esos territorios aprovecharon la jornada para disfrutar de un día de sol y descanso en Iparralde.

Desde primera hora de la mañana, fueron muchísimas las familias que optaron por cruzar la muga para hacer compras, pasear o tomar el sol en la playa. Tantas, que en determinadas horas del día, se registraron pequeñas retenciones en las entradas y salidas de las localidades más turísticas de la zona, como Hendaia, Baiona y Donibane Lohizune.

Pero no fue esa la única particularidad que se pudo ver en las carreteras como consecuencia de la huelga general, ya que los operarios del peaje de Irun también se sumaron a la convocatoria y los vehículos pudieron cruzar sin abonar un solo euro. Eso sí, varios agentes de la Ertzaintza se encargaron de custodiar el lugar en las horas centrales del día.

Una vez en Iparralde, algunos vehículos se dirigieron directamente a la zona de playas y muchos otros acudieron a las áreas comerciales para hacer compras.

Como ocurre en ciertas jornadas festivas, como la Constitución y el Pilar, los aparcamientos de estas grandes superficies estaban repletos de coches con matrículas españolas y entre los compradores, se escuchaba más el castellano o el euskera que el propio francés.

Ejemplo de ello fue la zona comercial Les Joncaux en la que se ubican, entre otros, los supermercados Lidl y Gifi. "Sabía que con la huelga habría muchísima más gente, pero no esperaba encontrarme con colas tal largas", reconoció José Ramón Lakunza, saliendo del establecimiento de alimentos. Este donostiarra había acudido ayer a Hendaia con la intención de llenar su nevera, pero, en vista de la multitud que espera en las cajas, decidió posponer las compras. "Si me quedo a esperar me dan las uvas, así que ya vendré otro día", comentó al respecto.

Mari Carmen Zarco también tuvo que darse media vuelta del Lidl, pero no por falta de paciencia, sino porque no quedaba un solo pan en todo el supermercado. "Suelo venir habitualmente y nunca me he encontrado con tanta gente como hoy. Es increíble", manifestó esta hondarribitarra, que tuvo que ir a una panadería para hacerse con una barra.

Muy cerca de ahí, en la enorme tienda de regalos Gifi, se respiraba el mismo ambiente: decenas de guipuzcoanos y navarros compraban todo tipo de artículos. "Hemos aprovechado que los niños no tenían clase para pasar el día por aquí y hacer algunas compritas", señaló Mariaje, una vecina de Lasarte-Oria que se desplazó hasta Lapurdi en compañía de su marido e hijos.

En el Carrefour Market de Hendaia el ir y venir de los vehículos matriculados en el Estado español tampoco cesó en todo el día. "Nos gusta mucho esta zona y, aunque seamos de Goierri, venimos mucho con la niña", indicó Xanet Arratibel mientras metía las bolsas de la compra en el coche.

Donibane Lohizune Lo cierto es que la temperatura no invitaba a darse un chapuzón en el mar, pero, pese a ello, muchas personas se acercaron a las playas. Los arenales de Hendaia, Sokoa y, especialmente, la de Donibane Lohizune estaban llenas de gente de Hegoalde. No se veía a nadie en el agua, pero sí en la arena, jugando con los niños, o simplemente descansando.

Y lo mismo en los parques más concurridos de estas localidades, donde los niños locales tuvieron que compartir columpios con los vecinos. "No conocemos mucho esta zona, pero sabemos que tiene una playa maravillosa y hemos venido con la comida para pasar la tarde al sol", explicaron Gloria Martínez, Andrés Arranz y las pequeñas Nahia y Andrés Isusquiza.

Mientras unos disfrutaban de los rayos del sol en la arena, otros aprovecharon el día para recorrer las pequeños comercios del centro de Donibane Lohizune y comer en las terrazas de esta pequeña localidad. Tratándose de un día de labor en el Estado francés, los hosteleros trabajaron más de lo habitual, sobre todo, en las zonas más turísticas como las plazas principales y los paseos marítimos, donde se podían ver familias enteras tomando café y comprando helados.

Incluso hubo quien aprovechó la jornada de huelga para hacer turismo y conocer nuevos rincones de Iparralde. Ése fue el caso de los bilbainos Yolanda e Iñigo, que aprovecharon la jornada de huelga para salir de Castro Urdiales, lugar en el que trabajan, y descubrir Donibane Lohizune. "Estamos maravillados, es una ciudad muy bucólica y romántica y nos está encantando", expresó emocionado el hombre al tiempo que tomaba una fotografía a su pareja.

Fuera de las ciudades, muchos otros vecinos de Hegoalde aprovecharon el día de sol para caminar por el sendero que discurre junto al mar entre las localidades de Hendaia y Sokoa. Y muchos otros, optaron por hacerlo en bicicleta. En todos los municipios cercanos a la muga, se pudieron ver pelotones de ciclista de Hegoalde.