Bilbao. Francisco Aranda, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Adecco, Alta Gestión, Eulen, Flexiplan, Laborman, Randstad y Start People, que participan de la mitad de las contrataciones y del 60% de la facturación del sector) aboga por una intermediación "eficiente, universal y gratuita para el trabajador basada en unos servicios públicos de empleo, que son la espina dorsal de la intermediación, pero que además cuenten con la colaboración leal y transparente de operadores privados garantistas".
¿Si las ETT colocan 4,5 veces más trabajadores que el SPEE (antiguo Inem), para qué están los servicios públicos de empleo?
Agett no pone en duda la labor de los servicios públicos de empleo, que en este momento realizan un enorme esfuerzo por atender las demandas de los cuatro millones de parados que llegan a sus oficinas. La colaboración público privada es la manera óptima de aprovechar los recursos y ponerlos a disposición de las personas que los necesitan, y la suma de los recursos públicos y privados supone multiplicar las oportunidades de empleo para los parados. Además, el 70% de los trabajadores que colocan las ETT son colectivos de difícil inserción.
¿La inacción de los servicios públicos beneficia a las ETT?
Los SPE (servicios públicos de empleo) no están en situación de inacción. En toda Europa se demuestra que cuanto más fuertes son las agencias privadas de empleo más importantes son los servicios públicos de empleo. Es cierto, que tanto los SPE como las ETT se han visto sobrecargados por el aumento brutal en la demanda de empleo y la escasez de la oferta de trabajo por las empresas. Esta situación se ha afrontado por parte de las ETT con actitud y labor proactiva junto con las empresas. Los servicios públicos de empleo están en fase de modernización y, simplemente necesitan disponer de la ayuda de las agencias privadas de empleo.
¿Las ETT son una alternativa útil y de calidad o se benefician de la precariedad?
Las ETT son una herramienta útil para la canalización de la temporalidad causal y justificada, y ayudan a reducir las tasas de temporalidad. Esto, se ha demostrado en el Estado y en la mayoría de países de nuestro entorno. Es decir, administran la temporalidad voluntaria que responde a las necesidades de los trabajadores y de las empresas.
Pero su experiencia les permitiría incrementar su campo de acción.
Sí, pero las ETT tienen la obligación legal de dedicarse exclusivamente a la cesión temporal de trabajadores. No pueden ejercer otras actividades propias de la intermediación laboral tales como gestión de contratos indefinidos, selección, recolocación, formación o consultoría de recursos humanos, entre otras, para las que están plenamente capacitadas y legitimadas, ya que su experiencia las convierte en agentes naturales de colocación.
¿Existen sectores de difícil ocupación porque la gente no quiere trabajar?
Según los datos del último Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura (primer trimestre 2010) de las ocupaciones que aún se demandan, sólo se recogen 86 de difícil cobertura, 47 menos que el cuarto trimestre, y sólo un cuarto de las que se registraban en el primer trimestre del año. De éstas, ninguna requiere media o baja cualificación. Sin embargo, el 60% de los parados sólo cuenta con estudios secundarios o una cualificación inferior.
¿Cómo se traduce eso?
Esto supone, por una parte, que las ocupaciones que se siguen demandando en el mercado de trabajo se han reducido drásticamente, sobre todo en el caso de ocupaciones que requieren media, baja o ninguna cualificación, que sí aparecían en mayor medida en catálogos anteriores. Por tanto, estas ocupaciones ya se han cubierto.
¿Se puede llegar a ajustar la oferta a la demanda?
La falta de profesionales cualificados es evidente en sectores como el sanitario, informático, técnicos especializados en industria y maquinaria, mecánicos y de forma más residual servicios sociales. El ajuste automático entre oferta y demanda es prácticamente imposible sin la puesta en marcha de canales eficientes de búsqueda de empleo capaces de informar, orientar y formar, de manera personalizada y en función de las necesidades actuales del mercado, a los desempleados. Es en ese sentido donde podemos colaborar con los servicios públicos de empleo.
El Inem está saturado por el aumento del pago de prestaciones por desempleo. ¿Son ustedes una alternativa viable?
Las políticas activas de empleo se han transferido a las comunidades autónomas, exceptuando el caso del País Vasco, y por tanto, los recursos tanto humanos como técnicos que gestionan las prestaciones no son los mismos que gestionan las políticas activas, que son competencia de los servicios regionales de empleo y no del Servicio Público Estatal de Empleo. Sin embargo, sí podemos afirmar que se destinan más recursos a las políticas pasivas que a las activas. En los Presupuestos Generales del Estado para 2010, aunque se aumente en un 2,2% los recursos que se destinan a políticas activas con respecto a 2009 son hasta cuatro veces inferiores a los recursos asignados para políticas pasivas. Tal y como están planteadas, parece que se da por hecho que el gasto en prestaciones es más social que la inversión en políticas de apoyo al empleo, formación e inserción o reinserción al mercado de trabajo de los desempleados.
¿Y las políticas pasivas?
La dicotomía entre políticas activas y pasivas debería estar ya ampliamente superada, y deberían combinarse ambas políticas para apoyar a los desempleados en su vuelta al mercado laboral, que debería ser el objetivo central.
¿El sector de las ETT ha superado la desconfianza de los trabajadores? ¿Se ha pasado página? ¿Cuál es la aceptación social?
El modelo de ETT que opera actualmente poco tiene que ver con el que se reguló en el año 1994. La ETT de hoy ha sido fruto del trabajo conjunto y consensuado entre sindicatos del sector (CC.OO. y UGT) y empresarios. A través de la negociación colectiva se ha construido entre todos un operador adaptado a la realidad del mercado laboral y una herramienta de intermediación eficiente y con las máximas garantías para los trabajadores. En el Estado español debido a la legislación vigente, las ETT proporcionan mayores garantías a los trabajadores, a pesar de ser el país en el que más limitaciones encuentran.
Ustedes quieren convertirse en agencias globales de empleo sin el límite de realizar sólo contratos temporales, sino participando en la casación de oferta y demanda de todo tipo de contratos. ¿Es así?
Es algo imparable porque ya ha sucedido en toda Europa. De hecho, nuestras empresas ya actúan como tales en todos los países en los que desarrollan su actividad excepto en Grecia, Luxemburgo, Noruega y por supuesto en el Estado español. A finales de 2008 se aprobó una Directiva que insta a los estados a revisar y eliminar aquellas restricciones o limitaciones injustificadas que afecten a la actividad de este sector en un plazo de tres años máximo. El Gobierno español recoge en sus líneas de actuación en el mercado de trabajo para su discusión con los interlocutores sociales en el marco del diálogo social la transposición de la mencionada Directiva. En ello estamos.
¿Cuándo recuperará la economía estatal un ciclo normal en el mercado de trabajo?
La actividad económica no se recuperará en el Estado español con la misma rapidez ni intensidad con la que ya lo está haciendo en otras economías avanzadas o emergentes. El paro continúa incrementándose a pesar de la ralentización de la población activa, y, muy previsiblemente, lo seguirá haciendo hasta que no asistamos a una recuperación sostenida de la actividad. Con los datos que manejamos podemos afirmar que sí hemos pasado lo peor en ritmos interanuales, teniendo en cuenta que hasta el segundo trimestre del presente ejercicio 2010 nos estaremos comparando con los períodos más duros de la crisis laboral (último trimestre 2008 y primer trimestre 2009). Pero no hemos tocado fondo en niveles puesto que el deterioro va a seguir sumando parados a la dramática cifra ya existente aunque sea en menor cantidad.