“Me lo tomo como una revancha”, dice Unai Laso. El delantero de Bizkarreta-Gerendiain se refiere a la cita dentro del mano a mano que le enfrenta hoy a Jokin Altuna en el frontón Atano III de Donostia, a partir de las 22.00 horas. Pero no será una revancha. En la retina del pelotazale queda la extraordinaria final del Cuatro y Medio de San Fermín que disputaron en el festival matutino del 7 de julio, en el que el pelotari de Amezketa -actual campeón del Manomanista y del Cuatro y Medio- se llevó la txapela tras cruzar 356 pelotazos. Desde que arrancó la jaula iruindarra en 1999, quizás la cita con mayor calidad. “Ha sido el partido más duro que he jugado nunca”, llegó a contar el de Aspe.

Son los mismos duelistas, desde luego; sin embargo, lo del Atano III es otra cosa. Las empresas, en vez de apostar por repetir la final del Manomanista, como tradicionalmente se viene haciendo, y alinear a Altuna III contra Beñat Rezusta -sustituto de un Iñaki Artola lesionado, cuya empresa deshojó la margarita sobre su estado físico hasta el último momento y el alegiarra ni siquiera ha regresado a las canchas pasados casi dos meses después de aquel encuentro, pese a que desde Baiko se solicitó un aplazamiento de una semana-, prefirieron colocar el polo de atracción en Unai Laso en vez de en el zaguero de Bergara. Cosa curiosa, desde luego, cuando Baiko Pilota ni siquiera optó por el puntillero navarro como titular en el Masters, aunque mostró un nivel estratosférico en el Cuatro y Medio de San Fermín. De hecho, hasta jugar el pasado 7 de agosto un telonero en el Ogueta de Gasteiz, Unai tuvo que pasar tres semanas en barbecho, desde el 16 de julio. Ganó. Después, la baja de Peio Etxeberria le ha abierto el camino al Masters como suplente en una jugada de las empresas, que se saltaron el Reglamento y citaron al errotarra en vez de a un delantero de Aspe. Laso hizo su aparición el sábado en el Aritzbatalde de Zarautz junto a Jon Ander Albisu, zaguero con el que debía haber jugado la liguilla de semifinales del Parejas de 2020 antes de que Baiko no le renovara el contrato, con un 7-22 sobre Jaka-Tolosa. Está en vena. Ha ganado siete de sus ocho citas en su regreso a profesionales.

“Estoy muy motivado”, explica el delantero de Baiko, que jugará tres partidos en cinco días, pues hay que sumar un estelar el sábado en Irur-tzun (Ezkurdia-Martija contra Laso-Zabaleta) y el retorno al Masters el lunes en Elgoibar (Olaizola II-Zabaleta contra Laso-Albisu). Es decir, pasará del desierto a la opulencia. El pelotazale quiere ver al carismático errotarra, que tiene mucho por ganar.

De cara al desafío, Laso estuvo ejercitándose junto a Aimar Olaizola el lunes en el escenario donostiarra, antes de la elección de material. Altuna III, en cambio, irá con lo puesto. “No es una revancha de la final, pero sí un encuentro que me hace mucha ilusión porque es contra un pelotari con mucho juego, que se adapta a las tres modalidades”, describe el guipuzcoano. Inmerso en una mala racha de resultados -cuatro derrotas consecutivas, dos de ellas en el Masters-, Jokin asume que el enfrentamiento de hoy es distinto. “Me motiva mucho”, esgrime. No en vano, urge cambiar el chip desde la perspectiva de parejas.

Así las cosas, el campeón del Manomanista y dominador actual de las citas individuales, no en vano acumula una hoja de ruta de ocho finales en cinco años, incluyendo cuatro txapelas, dos del Cuatro y Medio y dos en toda la cancha, se erige como favorito al cetro. De este modo, las apuestas saldrán a su favor en las tablas de contracancha del Atano III. Los corredores calculan que se cantarán posturas de 100 a 80 favorables al pelotari de Amezketa.

La presencia de público

Con el desafío entre Altuna III y Laso como catalizador, se espera que el frontón donostiarra viva una buena entrada, acorde con las medidas sanitarias previstas. Darío-Oier Etxebarria contra Alberdi-Larunbe abre el menú y el tercer partido es Bengoetxea VI-Elizegi contra Zabala-Erostarbe.