ENTRE las paredes del frontón y con la pelota como inseparable amiga transcurrió la infancia de Julen Egiguren (Azpeitia, 2000). En una familia con gran tradición, el destino de este azpeitiarra era convertirse en pelotari. Casi una obligación. Tuvo la oportunidad de coquetear con otros deportes, pero la llamada de la cancha siempre fue demasiado fuerte para este milenial. Egiguren destacó en aficionados y el lunes en Eibar tendrá la oportunidad de dar un paso más en su carrera. El gran salto. El delantero guipuzcoano debutará en el Astelena como profesional en un escenario de lujo, acompañado por José Javier Zabaleta y con el aire festivo de los sanjuanes eibartarras. El primer capítulo de Egiguren V, unido a una pelota desde la cuna y que ahora quiere abrirse camino entre los mejores.

“Me imagino que la primera vez que pise un frontón sería el Frontoi Txiki de Azpeitia, pero ni me acuerdo”, reconoce Egiguren. El delantero de Aspe es un pelotari que creció en la cancha. Con su padre, expelotari, como maestro dio sus primeros pelotazos siendo todavía un niño muy pequeño. La cancha fue su patio de recreos, el lugar donde creció al mismo tiempo que fue puliendo sus habilidades. “Desde pequeñito he estado en el frontón. Mi padre, mi abuelo y sus hermanos fueron pelotaris y como es normal preferían que yo saliera pelotari antes que futbolista”, comenta entre risas. Probó con muchos deportes en su infancia, pero al final, con poco más de diez años, optó por decantarse definitivamente por la pelota y “en casa se pusieron contentos”.

Egiguren se formó en el club Ilunpe de Azpeitia y ahí completó toda su formación. Recibió lecciones desde el club azpeitiarra, pero, al mismo tiempo, los consejos de su familia también siguieron presentes. Su padre le ayudó en todos los aspectos y le inculcó una manera de afrontar la pelota que el propio Julen intenta cumplir con mimo: “Mi padre está todos los días a mi lado y me ha ayudado mucho. Siempre me dice que tengo que tirar hacia delante pase lo que pase. Que vendrán momentos malo, pero también buenos”. Ahora, el azpeitiarra vive uno de esos momentos buenos, en los que la pelota le sonríe y le abre las puertas de un nuevo mundo al que entra con ambición.

“Me dicen que intente disfrutar” Con el salto al profesionalismo a la vuelta de la esquina, los consejos tampoco escasean para Egiguren. “Me dicen que juegue tranquilo e intente disfrutar. Saben que no será fácil y que es normal que ese día esté más tenso, pero me piden que intente aprovechar el momento”, declara. Son los nervios lógicos del debutante. La presión ante un escenario completamente novedoso. En un frontón mítico y con pelotaris con los que nunca ha compartido cancha. Otro nuevo nivel. Sin embargo, para Egiguren V lo que mandan son las ganas y la motivación, que ante el nuevo reto apagan ligeramente los nervios. “Estoy con ganas de que llegue el día y empezar a jugar para demostrar lo que puedo hacer”.

Aspe tiene programado un partido de campanillas para el debut de Egiguren. Dos zagueros semifinalistas del Parejas de Primera junto a dos delanteros en los que la empresa tiene muchas esperanzas puestas. El azpeitiarra mezclará con José Javier Zabaleta y enfrente tendrán a Javier Zabala y Julen Martija: “Será un partido bonito. Jugar con Zabaleta será una gozada, le da mucho y seguramente dominará. Tendré mucha pelota delante para terminar. Pero Zabala y Martija juegan mucho por lo que tendremos que estar bien los dos”. El encuentro será el telonero del duelo del Cuatro y Medio de San Fermín en el que se verán las caras Jokin Altuna y Peio Etxeberria.

La propuesta de debutar dejó a Egiguren “alucinado”. El puntillero guipuzcoano llevaba tiempo en la órbita de Aspe, realizando entrenamientos con Jokin Etxaniz, pero no se esperaba que le llegara la oportunidad tan pronto. Este pelotari destacó en el campo aficionado por su capacidad para golpear la pelota con ambas manos y espera trasladar esas dotes a los duelos profesionales. “Tengo dos buenos brazos y extiendo bien la pelota. También me siento cómodo en el juego de aire. Igual no soy un artista, pero sí sé terminar el tanto a bote o a aire”, expresa. Aunque Egiguren tiene claro que tiene mucho por mejorar y pone especial énfasis en la defensa, “algo que es tan importante como el ataque y si no trabajas en la cancha se nota”, añade. Muchos detalles para pulir en un pelotari que conoce desde la cuna los devenires de la pelota.