NOVAK Djokovic está de vuelta. El torneo ATP 500 de Dubái abre sus brazos sin restricciones para que el serbio dispute su primer partido oficial del año. Será hoy lunes ante el italiano Lorenzo Musetti cuando el número 1 del mundo podrá mostrar su nivel competitivo actual. A partir de ahí, todo son incógnitas porque Djokovic ya ha dejado claro que no piensa renunciar a sus convicciones y vacunarse para recuperar el control de su carrera. De hecho, después del torneo del emirato no podrá jugar hasta abril ya que marzo está ocupado por los Masters 1000 de Indian Wells y Miami donde piden la pauta de vacunación. "Realmente, no puedo elegir. Ahora todo ha cambiado y es, básicamente, jugar donde pueda ir", reconoció ayer domingo en la rueda de prensa oficial del torneo.

"Echaba de menos el tenis después de todo lo que ha pasado. Estoy deseando volver a jugar", comentó Djokovic, que ha sido recibido en el emirato como lo que sigue siendo, una estrella, ha seguido ejerciendo de embajador de su país en la Expo Universal 2022 de Dubái y ha promovido actos con su Fundación. Jugar mucho menos, verse superado por Rafa Nadal en la carrera de los Grand Slams y por Daniil Medvedev en el número 1 del mundo, algo que puede ocurrir a finales de esta semana, es "el precio que estoy dispuesto a pagar", según sus propias palabras.

El serbio tiene un cuadro duro en Dubái, aunque quienes le han seguido últimamente hablan de que su estado físico es óptimo. "No me ha costado coger una raqueta y entrenar porque tengo pasión por este deporte y valoro cada minuto que paso en pista trabajando y mejorando. Sabiendo que iba a venir a Dubái, tenía un objetivo en mente y me fue más fácil", confesó.

A lo lejos, Medvedev y Nadal, protagonistas de la histórica final del Abierto de Australia, coinciden en Acapulco con su camino despejado y libre de obstáculos sanitarios. Si el ruso gana el torneo, será el nuevo número 1 del mundo al margen de lo que logre Djokovic en Dubái. "Si lo alcanza esta semana, seré el primero en felicitarle", aseguró el de Belgrado, que guarda una gran relación con Medvedev.

El balear, por su parte, también se ha liberado de presión en esta etapa de su carrera, pero en el torneo mexicano siempre quiere cumplir. Lo ha ganado tres veces y es el campeón más joven con 18 años y el más veterano con 33. "Con 35 años, hay una gran experiencia atrás, de éxitos y momentos malos, y estas sensaciones uno ya las vive de forma más tranquila y diferente", explicó Nadal en la ciudad mexicana, donde debuta ante Reilly Opelka, sobre cómo ha asimilado su victoria en Australia. También, como Djokovic, dijo que está en Acapulco porque "sentirme bien y verme competitivo me hace querer seguir jugando más".

muguruza, en doha

También Garbiñe Muguruza tiene una cita en el Golfo Pérsico tras caer en segunda ronda en Dubái. La de Caracas, en busca de reconducir sus resultados en este comienzo de año, debutará en el WTA 1000 de Doha ante la rumana Sorana Cirstea, una rival complicada que es la 30ª del mundo y llegó a octavos de final en el Abierto de Australia.

"Todo ha cambiado. Ahora no puedo elegir. Solo podré jugar donde me dejen", asume el serbio, que puede perder el número 1 mundial