L Dakar no es una prueba destinada a los más rápidos. Es la carrera de la supervivencia y la clave del triunfo final está en la constancia. En esquivar las múltiples trampas que surgen en cada especial y tratar de aguantar otro día más sin ningún incidente. En esa lucha contra los obstáculos, la veteranía siempre es un plus y Nasser Al-Attiyah la tiene de sobra. El catarí, que ya tiene tres dakares en su palmarés, va camino del cuarto. Los rivales fueron cayendo uno a uno y lo hicieron muy rápido y eso permitió que el piloto de Toyota tuviera una ventaja superior a la media hora en pocas etapas. Un colchón demasiado grande para un experto en gestionar la carrera. Ayer domingo, volvió a demostrarlo manteniendo la calma y no se puso nervioso con el arranque fulgurante de Sébastien Loeb, su adversario más cercano en la clasificación. Apretó en el momento preciso y logró cruzar la meta con solo seis minutos de retraso, mientras el francés, con una nueva victoria de etapa en su bolsillo, ve que sus esfuerzos son insuficientes y todavía se encuentra a casi 45 minutos en la general. Necesitado de que Al-Attiyah cometa un error impropio de él.

Esta edición del Dakar se presentó como un duelo entre los consolidados Toyota liderados por Al-Attiyah y los novedosos Audi híbridos. Sin embargo, esa batalla apenas duró un par de días y al catarí no tardó en faltarle competencia. Peterhansel quedó fuera de carrera el primer día por una avería mecánica y la logística traicionó a Carlos Sainz, dejándole descartado de la pelea. Así, Al-Attiyah se encontró sin rivales y sus únicos sobresaltos llegaron ya en el campamento, con las acusaciones por parte de la marca alemana de que la organización le favorecía dándole más información que a los demás, y un incidente con la caja negra que le provocó una advertencia de descalificación. Pero ni las polémicas han distraído al de Toyota, que ayer volvió a mantener el ritmo.

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La falta de emoción que hay en la categoría de coches, no ocurre en motos. La competición sobre dos ruedas es una incógnita y un buen abanico de pilotos discuten la victoria final. Daniel Sanders, tercer clasificado hasta ayer domingo, tuvo que abandonar al caerse y el líder, Sam Sunderland, tuvo muchos problemas y perdió 25 minutos, demasiado tiempo teniendo en cuenta la pequeña horquilla en la que se está disputando la carrera. El triunfo de etapa fue para José Ignacio Cornejo y en lo más alto de la general está Adrien Van Beveren, aunque hay menos de diez minutos entre los primeros siete clasificados.

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