La selección vasca de balonmano femenino cerró el Basque Country International Women’s Cup con una abultadísima derrota ante Brasil (21-41). Pero murió con las botas puestas. Sin dejar nunca de pelear cada balón ante un rival que demostró ser bastante mejor y sin dejar que la desidia controlara un encuentro que, desde antes del descanso, estaba ya bastante desequilibrado. Porque Brasil se plantó en el polideportivo irundarra de Ipurua con la intención de exhibir su poderío. Las sudamericanas se encuentran en plena preparación para el Mundial que comienza el próximo miércoles en Torrevieja. Es decir, su duelo ante la Euskal Selekzioa no era un entrenamiento más, sino el ensayo general. Así al menos se lo tomó la canarinha, que saltó al parqué sin guardarse nada. Ni un solo as en la manga.A pesar de ello, Euskadi aguantó bastante bien los envites del rival durante los primeros minutos. Cerró filas en torno a su portería y, en ataque, intentó la circulación rápida de la pelota para buscar los escasos recovecos que dejaba la defensa brasileña. Casi ni probó el tiro exterior. El enorme 6-0 planteado por las oponentes le invitó a renunciar a ello. Pero eso fueron tres parciales. Al cuarto, Brasil tiró de veteranía y experiencia, de esas decenas de entrenamientos más que llevaba en sus piernas, y puso en el marcador la distancia que también había sobre el papel. Primero fueron solo tres tantos, pero en cuanto la Euskal Selekzioa se despistó, en apenas un parpadeo, Brasil había puesto un océano de por medio. Cierto es que primero las exclusiones sufridas por parte de las locales desangelaron el ánimo; pero es que después las vascas cometieron demasiadas imprecisiones. Terminaron la primera mitad con quince minutos de errores constantes que dio demasiada ventaja a una Brasil que ni perdona, ni desperdicia. Así, el descanso el encuentro llegó con un 11-22 fiel reflejo de lo ocurrido en Ipurua.

Con todo, la selección vasca quiso salir de los vestuarios con mentalidad nueva. Empezar de cero. Como si el marcador no fuera tan sangrante. Sin embargo, Brasil no le permitió soñar. Ni acercarse en el luminoso. En una segunda mitad en la que pudieron haberse relajado, las sudamericanas demostraron que no arribaron a Eibar para regocijarse en el arte de la contemplación. Siguieron exprimiendo el partido con una defensa adelantada que hizo demasiado daño. Pero Euskadi aceptó el reto. Porque las entrenadas por Lorea Gabilondo pelearon hasta el final. Perdieron, sí; pero disfrutaron del balonmano y de un rival internacional, mundialista, hasta que resonó la bocina.

De esta forma, la Euskal Selekzioa despide el Basque Country International Women’s Cup con tres derrotas: la sufrida ayer ante Brasil, la encajada ante Argentina (21-35) y la transformada, por la mínima, ante Finlandia (26-27).

Clausura perfecta

Fueron precisamente estos dos últimos conjuntos, Argentina y Finlandia, los que cerraron este torneo. Lo hicieron con un duelo vibrante hasta el final, que terminaron por llevarse in extremis las albicelestes (24-25).